La deriva socialista

La histórica crisis que vive el Partido Socialista Obrero Español amenaza seriamente la credibilidad del que fue uno de los pilares de la Transición y debe seguir siendo uno de los pilares de la política española, con enfrentamientos enconados también en León

Protagonistas de juicios y el que hasta ahora tenía la presión de forma gobierno miran con agrado al PSOE
30/09/2016
 Actualizado a 20/08/2019
A la vista de lo que se ha escrito en algunos de los grandes periódicos nacionales sobre la situación del PSOE, da miedo adentrarse en un editorial para tratar la que algunos califican de histórica crisis del partido que un día fue protagonista de la Transición, motor de desarrollo y de modernidad después y siempre emblema de la buena salud de la democracia española. Es sorprendente la virulencia con la que se ha destapado el tarro de las iras en el socialismo español... y pocas horas después también en el leonés. El principal argumento que se emplea en todo lo que tiene que ver con este partido, que tiene en su ADN la autocrítica pero no debería tener en su ADN la eterna división y el consiguiente debilitamiento, es que determinados cargos, con su secretario general a la cabeza, ponen por delante sus intereses personales a los del partido y a los del país, que la estrategia de los plazos queda condicionada por las ambiciones de unos y otros. Se trata de un argumento que puede resultar cierto, pero que se podría aplicar exactamente igual a oficiales y a críticos, y más si tenemos en cuenta que los que son oficiales en Madrid pueden ser críticos en León, y viceversa. En la situación actual de la política nacional, lo del PSOE, más que una renovación de la que saldría reforzado, parece una inmolación en toda regla, y en cualquier caso una deriva que miran con agrado tanto el que hasta ahora tenía la presión de formar gobierno como los protagonistas de los juicios que ya no copan la actualidad.
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