La crisis minera aprieta, y casi ahoga

El censo del municipio de Villablino se ha visto castigado por los constantes varapalos al sector del carbón, perdiendo en poco más de 25 años algo más del 40% de su población

Estefanía Niño
22/05/2017
 Actualizado a 17/09/2019
En la fotografía, vista de Laciana, una de las zonas más castigadas por la debacle de la minería del carbón. | ESTEFANÍA NIÑO
En la fotografía, vista de Laciana, una de las zonas más castigadas por la debacle de la minería del carbón. | ESTEFANÍA NIÑO
La crisis minera aprieta y, en comarcas como Laciana, prácticamente ahoga. Así se desprende de las cifras que, a lo largo de las últimas décadas, reflejan una importante rebaja en el censo poblacional de Villablino. El carbón ha sido, de manera histórica, la fuente económica de este valle, y las decisiones europeas y nacionales que castigan el mineral han hecho mella en la población de sus pueblos y en el empleo de sus gentes. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) el municipio contaba en el año 1990 con 15.993. A partir de este punto, las sucesivas crisis del sector han marcado el camino del descenso. En el año 2000 ya se dejaba ver ligeramente esta rebaja en la población del municipio, que pasaba a contabilizar 14.169 habitantes. Una cifra que, actualmente, se ve notablemente rebajada si tenemos en cuenta el último censo oficial del INE, el del pasado año 2016, que arroja que el número de habitantes en el municipio desciende hasta los 9.342. Desde el censo de 1990 hasta el de 2016, Villablino ha perdido 6.661 habitantes en 26 años, algo más del 40%.

El horizonte de 2018 como fecha límite a las ayudas, el impago y los retrasos en el cobro de las mismas, los incumplimientos continuados del Plan del Carbón o el final del decreto de garantía de suministro han ido de la mano con el cierre de pozos de interior y explotaciones a cielo abierto, expedientes de regulación de empleo y expedientes de cese de actividad. Todo ello ha supuesto que la crisis del sector minero haya hecho mella en el censo de Laciana. El alcalde de Villablino, Mario Rivas, aseguró que «podemos decir con total claridad que la crisis minera aprieta y casi ahoga, y los datos reflejan la situación que se vive aquí, en el año 92 éramos prácticamente 17.000 habitantes, y hoy estamos por debajo de los 9.500, y esto viene directamente relacionado con la pérdida de trabajo en el sector de la minería». En este sentido, el regidor detalló que en los noventa el valle tenía en torno a 4.000 trabajadores en el sector minero, solo en el Valle de Laciana, y que actualmente estas cifras de empleo están por debajo de los 200.

Pedimos apuestas directas desde los gobiernos para generar empleo, lo que pedimos es tener un futuroLa falta de una apuesta firme sobre el carbón y su continuidad por parte del Gobierno Central ha sido la puntilla definitiva que ha provocado crisis económica y demográfica en la comarca. «En el Valle de Laciana no se puede entender un futuro sin el sector de la minería, y sin él mantendremos una población que nunca podrá ni siquiera acercarse a lo que hemos tenido, y que estará muy por debajo de lo que tenemos hoy, la minería es la pieza fundamental para crear riqueza alrededor». Para Rivas está claro que «los gobiernos centrales tienen que apostar por el sector, Laciana es un reflejo claro, pero podemos fijarnos en cualquiera de los otros de los municipios mineros». El resultado es el mismo, y es consecuencia de «esas políticas que se aplican desde un Gobierno que no entiende la minería como un sector estratégico, pero es que tampoco entiende la reindustrialización ni la reconversión de las comarcas mineras».

Entre 120 ó 150 familias viven del carbón en la zona, y otras 150 "dependían hasta hace nada del sector"La falta de proyectos generadores de empleo dificulta la situación en las cuencas, a pesar de las promesas políticas que abogan por frenar la despoblación, los ayuntamientos, asegura Rivas, poco o nada pueden hacer al respecto salvo «pedir a los que nos tutelan, que son las administraciones superiores, que lo hagan». Una situación que, matiza, puede verse y comprobarse a diario en los municipios «que están abandonados, del Gobierno Central principalmente, y cuando queremos hacer apuestas desde los gobiernos autonómicos, debe ser una apuesta real». Como ejemplo claro, hizo referencia al Parador Nacional de Villablino, proyectado y comprometido, pero sin ejecutar. «Hemos presentado una enmienda a los presupuestos generales que es sacar dinero de los fondos de reestructuración del Instituto del Carbón, que se han gastado cero euros, y es invertir diez millones de esos quinientos y pico millones que tienen congelados». La enmienda está hecha, y recuerda que ahora se verá «la apuesta real, si son solo palabras y llenarse la boca como estamos acostumbrados, o si hay una apuesta real y se da el voto favorable».

Casi 4.000 mineros trabajaban y vivían del carbón hace poco más de 20 años, y la cifra se ha visto reducida con el paso de los años a menos de 200 en la actualidad. A día de hoy «alrededor de 120 o 150 familias dependen del carbón directamente en el Valle de Laciana, y podemos multiplicar ese número diciendo que habrá otras 150 familias que dependían hasta hace nada del sector de la minería, y que ahora mismo se encuentran en una situación dramática, repito al decir que el sector de la minería desde un punto de vista estratégico es imprescindible para este país, pero es que es imprescindible mantener el sector para la supervivencia de estas comarcas». Rivas asegura entender que «no podemos tener lo que teníamos antes, pero sí lo que veníamos teniendo hace tres o cuatro años, en la comarca de Laciana tiene que haber alrededor de 500 o 400 puestos de trabajo directos de la minería, eso serviría para que asiente la población, no seguir teniendo estas pérdidas, y a partir de ahí apuestas directas desde los gobiernos centrales y desde el gobierno autonómico para generar empleo, que es lo que pedimos, tener un futuro».
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