La Audiencia también niega la libertad al monitor de básket acusado de abusos sexuales a menores

Ya se la había negado, y por dos veces, el Juzgado de Instrucción número 4 de León, y ahora es la Audiencia Provincial la que, en respuesta al recurso de apelación, ha decidido mantener a D.R.C., el monitor escolar de baloncesto detenido el pasado mes de mayo por dos presuntos delitos de abuso sexual, en prisión provisional.

Según el auto de la Audiencia Provincial de León al que ha tenido acceso este periódico, procede seguir manteniendo la medida cautelar –el internamiento en el centro penitenciario de Mansilla de las Mulas– ya que «del examen de las actuaciones se desprenden indicios de criminalidad contra el apelante por la participación en unos hechos presuntamente constitutivos de un delito de abusos sexuales del artículo 183.1 del Código Penal («El que realizare actos de carácter sexual con un menor de dieciséis años, será castigado como responsable de abuso sexual a un menor con la pena de prisión de dos a seis años»), y de otro delito de abusos sexuales del artículo 183. ter. 2 de dicho Código («El que a través de internet, del teléfono o de cualquier otra tecnología de la información y la comunicación contacte con un menor de dieciséis años y realice actos dirigidos a embaucarle para que le facilite material pornográfico o le muestre imágenes pornográficas en las que se represente o aparezca un menor, será castigado con una pena de prisión de seis meses a dos años»), cometidos en personas menores de 16 años». Esos indicios se basan, dice la sala en el auto de resolución del recurso de apelación, en las declaraciones de cuatro presuntas víctimas y, en parte, en la declaración del imputado.

D.R.C. fue detenido a finales de mayo por parte de la Policía Nacional de León, que actuó de oficio contra esta persona contra la que existirían diversas denuncias. Se trata de un monitor de baloncesto de las Escuelas Deportivas Municipales del Ayuntamiento de León que a lo largo de su dilatada trayectoria en ese oficio ha impartido clases deportivas en centros educativos como Gumersindo Azcárate, Agustinos, Divina Pastora o el Ponce de León.

La representación legal del imputado volverá a solicitar la libertad del hombre al entender que no existen argumentos para mantenerle en prisión pues niegan cualquier tipo de abuso sexual a ningún menor y que, por tanto, los mensajes de Whatsapp aportados, que podrían ser la única prueba contra el encausado, serían en todo caso del delito castigado con una pena de prisión de seis meses a dos años.