"La acción debe ser violenta en extremo"

El Curso de Verano de Cistierna sobre ‘La guerra civil y la posguerra’ arrancó este lunes con las ponencias del director, Javier Rodríguez, sobre la represión franquista, y de Javier Revilla sobre la represión económica

Fulgencio Fernández
18/07/2017
 Actualizado a 17/09/2019
El hambre era uno de los grandes problemas, y con él llegó también el estraperlo.  | MANUEL MARTÍN DE LA MADRID
El hambre era uno de los grandes problemas, y con él llegó también el estraperlo. | MANUEL MARTÍN DE LA MADRID
La represión, en términos generales, y la económica fueron los protagonistas de la primera jornada del Curso de Verano de la ULE en Cistierna que analiza la ‘Guerra y la posguerra en León’ y que este año está dedicado a ‘Historia y memoria de las víctimas de la dictadura’. Los encargados de analizar estas dos formas de represión fueron el director del curso, JavierRodríguez, profesor de Historia Contemporánea de la ULE, y el historiador, profesor y y director del Museo de la Industria Harinera de Gordoncillo Javier Revilla Casado, que cambió su jornada con la anunciada Beatriz García, por un asunto familiar.

Javier Rodríguez analizó la tipología de la represión franquista en sus más variadas formas -política, económica, social, cultural, administrativa y de género—recordando que "el nuevo régimen se implantó en la sociedad por medio de la violencia, que se manifestó mediante un conjunto de acciones dirigidas a castigar a quienes se habían opuesto a la sublevación militar o a los que potencialmente lo pudieran hacer", para lo que creo una serie de leyes de carácter represor. "La justicia se caracterizó por la arbitrariedad de la autoridad y la indefensión del preso, desde el momento en que la aplicación de la ley dependía de la ideología del encausado más que del delito por el cual éste era acusado. El régimen creó un aparato judicial adaptado a sus intereses políticos".Y el mejor ejemplo de esta situación es, para el profesor Rodríguez, la Instrucción Reservada Número 1 de Mola, aún en la fase conspirativa, que expresaba: "La acción debe ser en extremo violenta, aplicando castigos ejemplares a directivos de partidos y sindicatos republicanos». Concluye Rodríguez que «la represión fue uno de los factores clave para que el franquismo perdurara durante tantos años, pues se eliminó de una u otra manera -acabando con su vida, provocando el exilio...- no sólo a la élite, sino también a la base que sustentaba el régimen republicano". Javier Revilla, que tendrá otras ponencias en el curso, se centró este lunes  en la represión económica centrada en las ‘Sanciones por estraperlo de trigo, harina y pan’. Recordó el historiador que "el hambre, el desabastecimiento, las injusticias, los engaños…, se convirtieron en aspectos del día a día durante las décadas de 1940 y 1950. Quien más o quien menos los vivió; unos los sufrieron, otros se aprovecharon de la situación; hubo quienes lo perdieron todo, mientras que otros amasaron grandes fortunas".

Recordó Revilla que entre las conclusiones de su tesis dedicada a este aspecto de la posguerra destaca que "se comprobó que, pese al imperioso intento de control estatal −tanto de las producciones agrícolas, como de su transporte y depósito, así como de su transformación para el consumo−, las instituciones creadas por el franquismo fueron incapaces de conseguirlo".
Ala hora de hacer balance "vemos quienes fueron los grandes beneficiados (terratenientes e industriales) y los sectores más duramente reprimidos (pequeños labradores, molineros y panaderos), con casos concretos de cierres, sanciones y detenciones".
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