Julen, el ‘txiki’ que vio volar a Urtain

La grada la carga el pueblo, la imaginación, la socarronería cazurra (en lleunés leonesa) y la verdad de lo que ocurre.

Liechtenstein (quédense con el nombre que no lo escribo más, en adelante los otros)no daba para mucho y los leoneses que aparecieron ayer en la Nueva Puentecilla («¿Dónde estabais en los malos tiempos?», que cantaba La Unión) cada cual iba a su cosa, a la merienda, a ver siete goles o catorce —entre uuuys y goles— otros con la pancarta de Catar, que donde hay patrón bueno es lucirlo, no faltaba la de Lepe con España y hasta oficializamos en perdón público y universal para Gerard Piqué. Ahora que Mariano de Soria ha dicho que ‘Sin perdón’ para veleidades nos ha dado por llevarle la contraria al candidato.

Pero tenía que salir el carácter socarrón de esta tierra:«Hoy Piqué canta, no está a gusto, le va la marcha».

Error. Los otros no venían dispuestos a hurgar en ninguna herida y marcharon felices al vestuario enel descanso cuando vieron que sólo la conexión del ‘viejo Alético’ (Koke-Diego Costa, faltó Godín para peinar) les había costado un gol, peroen el segundo tiempo bajó la calor y subió la temperatura para disfrute del personal, que hizo la ola, cantaba León y coreaba ¡¡¡Cultural!!! Rubén de la Barrera no se lo podía creer, y menos cuando Lopetegui dejó una defensa de tres, como él en Ponferrada.

Pero el azar en forma de suerte quiso que fuera a dar en la primera mitad, en la grada, con un grupo de Bilbao o los alrededores, gentes a las que unía el seleccionador, Julen, el txiki, que decían ellos, de una edad imposible de averiguar pero conuna sed de pozo seco. Para hacerme el cercano les cuento que cuando vino el famoso levantador de piedras Iñaki Perurena al corro de aluches de Valderrueda y le hice una entrevista me habló de que quería batir el récord de uno que decían Agerre II. «Aquí os sonará porque su chaval juega al fútbol, Lopetegui, pero en Euskadi el Julen es el hijo de Agerre II».

El récordque tenía el paisano, «y sigue teniendo», me dicen los vecinos, es que levantó «una piedra de cien kilos, 22 veces en un solo minuto».

Los vecinos coinciden en que ahora el Julenigual es casi tan importante como su padre elharrijasotzaile (levantador). Y además, dicen cuando lo ven salir a calentar, «míralo que chulo y elegante. Si es que un vasco rubio no tiene techo ni en días de tormenta».

- ¿Y el Julen no levantaba?;pregunto casi con acento de Arteansu, que dicen ellos que es su pueblo.
- Algo haría, pero se echó pronto a perder con lo del fútbol, el que siguió fue su hermano Luis, pero como Josean, el Agerre II, ya nadie.

Ymiras para Lopetegui, en el centro, observando la cosa el primer día que se la juega y te da la impresión de que pocos sustos, por más que en las ruedas de prensa ande contando lo de las mariposas en el estómago.

- ¿Mariposas? Pero qué me cuentas, el txiki ha visto salir volando a Urtain ¿Tu sabes quién es Urtain?
- ¿El boxeador?
- Ése. Pues Ibar, que también había sido levantador de piedras, volvía una vez de ganar un combate de aquellos en los que los rivales le duraban treinta y dos segundos y fueron a celebrar la morterada a la taberna del aita del Julen, que él sabía que era el Agerre. Se vino arriba con el vino y esas cosas y le dijo algo a la señora y el Agerre no lo dudó, lo cogió como si fuera la piedra que levantó 22 veces en un minuto y lo tiró por la ventana.

No les falta razón. Un txiki, como dicen ellos, que ve como su padre tira a un mito por la ventana... se va a asustarde Liechtenstein (no lo he escrito, lo copié de la otra vez, cosas de las tecnologías), ni de Italia, si me apuras, que es donde vamos a ir después. Por cierto, cantan gol, creo que son cinco a cero, de momento, y Piqué sin cantar, para mí que el adivino.

Los vascos se vienen arriba y cuentan que incluso Lopetegui I, Agerre II, pudo ser Urtain, que el Generalísimo quería un vasco que sucediera a Paulino Uzcudun, que había que inventarlo. Ypensaron en Josean, el padre del Julen, el seleccionador, pero él dijo que vivía muy tranquilo con su taberna, sus piedras, el su Julen, el su Luis y la señora, que si se metían con ella cogía a un tío, o varios, y lo tiraba por la ventana.

Vuelvo al campo. Lo estamos pasando pipa, creo que ya van siete u ocho y el árbitro nos anuló un gol —«¡qué atraco!»—, Silva protesta y para acabar con el debate meten otro.

No os quejéis de que no os estoy dejando muy claro cómo vamos pues el marcador del Norte (donde en la Puentecilla estaba el Marcador Simultáneo Dardo Primera División)dice que vamos 6-0 y el del fondo Sur apuesta por que vamos 7-0. Por cierto, como metimos otros gol más, el Norte acaba el partido con 7-0 y el Norte con 8-0.

¿Habrá que negociarlo? ¿Dónde andará metido Rivera para que solucione estas cosas? La verdad es que el marcador siempre tuvo vida propia, cuando el gran Pelines justificaba su vena visionaria y Aramisfustreriana de hacer un campo de Primera a ver si así la lógica hacía que subiera la Cultural porque ya había campo, explicaba que instalaría unos videomarcadores que se verían desde Asturias y compraría publicidad hasta la compañía que hiciera el Túnel del Negrón. Y ahora lo ven desde Catar, si es que nunca se reconoció a los grandes visionarios.

Vuelvo al asunto. 8-0 debió ser la cosa (asegúrense en las páginas anteriores que el mi Jorge es muy de fiar). Los vascos sacaron una filarmónica que ni que la hubieran comprado en el bar del padre del Julen, daba para medio campo. Y seguían contando historias increíbles de Agerre II, que no tengo tiempo para comprobar pero tengo para mí que los vascos exageraban algo, pero mentían poco, de hecho al ver que tenía Internet me hacen viajar a las fotos de su vida y ahí aparece el txiki en brazos de su padre como si fuera un garbanzo.

- Nos vamos ¿Dónde es el siguiente del txiki de Agerre II?
- En Turín.
- ¿Yla vuestra Cultural?
- En Turón.