Juan Miguel Alonso Vega: "En León somos muy marcianos"

Juan Miguel Alonso Vega es profesor vocacional, escritor letraherido por los sudamericanos, devoto de la mística castellana, militante en la CGT en defensa de la escuela pública y aspirante a anfitrión del Gurb de Mendoza

D.L. Mirantes
29/04/2017
 Actualizado a 18/09/2019
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– ¿De qué pecados te confiesas?
– Me confieso poco. Si hiciera una revisión general me confesaría de las cosas que no he hecho, de lo que no he leído, lo que no he viajado, lo que no he dicho… Me arrepiento más de lo que no he hecho que de lo he hecho.

– Estarás cercano a salvar el alma porque alguna vez has dicho que escribespara acercarte a la idea de Dios.
– En todos los que alguna vez cogemos el boli alguna vez hay cierta mitificación del autor como un creador de universo, lo que los griegos llamaban un demiurgo, y en una medida ilusoria el creador es una especie de Dios.

– Entonces ¿en las clases recomiendas más a Santa Teresa o a Bukowski?
– Depende del momento. Soy firme defensor de la mística castellana, de Santa Teresa y de San Juan de la Cruz. No creo que haya habido ningún poeta en nuestra larga historia literaria que hayaque se les acerque.

Hoy la pelea está en que lean, con independencia de lo que lean, más que en el catálogo de lectura– En clases para adultos, que también has dado, podrías recomendar hasta al Marqués de Sade, un ateo radical.
– Sí. Me inscribo más en esa tradición filosófica, pero hoy la pelea está en que lean, con independencia de lo que lean, que en el catálogo de lectura.

– ¿Quiénes son más duros los jóvenes o los adultos?
– Los adultos son gente con dificultades para estudiar, pero el compromiso, entrega, ganas… compensa todo.

– ¿Inspiran unos y otros?
– Por supuesto. Si el docente está despierto, que es lo mínimo que se le puede pedir, los chavales son una fuente de inspiración permanente, son la vida en estado puro.

– ¿En qué autores te inspiraras?
– Me hicieron letraherido los sudamericanos. Fue casi una caída del caballo paulina. Luego llegaron otras influencias variadas, empezando por la nómina de autores leoneses, esa joya que tenemos sin explotar. Y luego la adicción total. Y como en proyecto hombre esto es algo que no curan todavía ahí sigo...

– Y qué es más difícil negociar los cupos en la Junta de Personal Docente o el aplazamiento de un examen.
– Sin duda los cupos. Son imposibles de negociar. La Administración solo atiende a criterios económicos y todo lo demás es cháchara vacía que solo se atiende en la medida de los recursos disponibles que nunca decide León y siempre decide un señor con corbata en un despacho de Valladolid.

Uno se cansa de la falta de coherencia entre lo que se predica, escuela de excelencia, y lo que se da, uno de los tajos más grandes de los últimos tiempos– ¿Qué se le puede decir a ese señor?
– Una palabra que me gusta mucho y está en desuso es coherencia. Uno se cansa de la falta de coherencia entre lo que se predica, escuela de excelencia, y lo que se da, uno de los tajos más grandes de los últimos tiempos.

– Hablando de predicar y de tajos, hay que recordar que has querido homenajear al Buenaventura Durruti.
– Es el leonés más universal, una opinión muy minoritario porque le tenemos ahí una estatuilla mínima al lado de lo que fue su casa, pero el influjo de Durruti sobre la Historia Española del Siglo XX. En esto también nos falla la memoria. León es un ciudad levítica y dual, en un sentido muy creativa, pero en otro extaordinariamente provinciana y beata.

– La ironía de León que alabas en textos como los de Mendoza.
– El humor en la literatura está muy despreciado aunque está en nosotros desde el Cid. Ha tenido que llegar Mendoza para recordarnos que no es literatura de segunda y que el humor es el síntoma más evidente de la inteligencia.

– ¿Qué haría Gurb en León?
– Estaría como en casa porque los leoneses somos muy marcianos.
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