José Vicente Casado: "Hay que mirar al ombligo y al alma"

El leonés es uno de los pocos cazameteoritos que existen en el mundo, capaz de descubrir en el Sahara piedras del corazón de Marte, pero también de organizar una colección de fósiles de la provincia

D.L. Mirantes
31/12/2016
 Actualizado a 08/09/2019
197532450
– ¿De qué pecados se confiesa?
– Tengo muchos, pero a lo mejor de ser hiperactivo y de que digo las verdades, aunque me sean perjudiciales.

– Eso más que un pecado es una virtud.
– No creas, a veces te hace quedar muy mal y podría considerarse un pecado. Aquello de las verdades piadosas nunca se me dio muy bien.

–¿Hay mucho farsante en el mundo de los meteoritos?
–Sí. Tal vez por eso a mí me gusta decir la verdad siempre, aunque duela, porque la Ciencia se hace de eso. Hay tanta gente que se lo toma broma y crea mentiras que yo siempre trato de hacer de la verdad mi bandera.

– ¿Cuánto hay de fe y cuánto de Ciencia en su profesión?
– Sin Ciencia no encuentras ningún meteorito. Que te digan que cayó uno en un área de 20 por 3 kilómetros, 60 kilómetro cuadrados, y que allí tienes que encontrar una piedrita chiquitita tiene mucho de fe. Pero, desde luego, siempre vamos con las herramientas de la Ciencia.

–¿Mira más al cielo o a la tierra?
–Hay que mirar a los dos sitios. Al cielo para saber de dónde han caído y a la tierra para poder recogerlos. El que no mire hacia arriba y hacia abajo, al alma y al ombligo, mal le va a ir.

– ¿Qué es lo que le ha empujado a buscar meteoritos por todo el mundo?
– Las ganas de vivir y la posibilidad que vi de dedicarme a ello. Empieza como un juego, pero ha sido mi forma de vivir y si me la quitaran me moriría hoy.

–¿Revelación o trayectoria?
– Un poco las dos cosas. Tuve la inmensa suerte de nacer en León, que geológicamente es fantástico. Luego los viajes que me llevaron por todo el mundo, sobre todo en los museos, me hicieron descubrir que se podían tocar piedras que venían del espacio ¿Hay algo más mágico? Ahí estuvo la revelación.

– Y pese a no tener formación académica se ha hecho un nombre.
– El no tener formación académica sí es un problema en España, pero en Estados Unidos, Alemania o Canadá es una ventaja. Te permite ser más multidisciplinar y adaptarte más. Y aunque no tengamos formación académica no tenemos que olvidar que la Ciencia tiene su protocolos y que aunque no pertenezcas al mundo académico esas son las reglas del juego. Yo siempre las he respetado, pero también he tenido algún problemas. Aunque cuando ven que sin tener formación académica te adaptas y aprendes lo ven como un valor más.

–De hecho, entre sus logros está haber encontrado piedras del corazón de Marte.
– Sí es algo increíble. Tuve la inmensa suerte de encontrar unas piedras en el Sahara que yo no sabía lo que eran en aquel momento, pero sabía que era algo especial y fue un hallazgo espectacular que me ha marcado.

–¿Es ese su mayor hito?
–Creo que sí. Pero también me gusta mucho haber recopilado y puesto a disposición de la gente los fósiles de León, que están ahí a la espera de que haya algún museo que ponga en valor esos fósiles de la minería. Será dentro de 10 o 50 años, pero ahí están.

–¿Se apuntaría a una misión para destruir un asteroide que se dirigiera a la Tierra para destruirla?
– No sé, creo que mejor me rodeaba de buenos amigos, con una bonita cena en el campo para ver cómo iba cayendo.
Lo más leído