Javier Fernández Lozano: "El carbón es viable como fuente de grafeno, hay que invertir"

El geólogo leonés imparte este miércoles la segunda de las conferencias del ciclo del MSM ‘Repensando el carbón’, en el que se debate sobre otro futuro para el carbón leonés

Fulgencio Fernández
22/03/2017
 Actualizado a 18/09/2019
El geólogo leonés Javier Fernández Lozano imparte este miércoles una conferencia en el MSM.
El geólogo leonés Javier Fernández Lozano imparte este miércoles una conferencia en el MSM.
El carbón vive la realidad que vive, como tal parece en su fase terminal en esta provincia. Por ello, resulta razonable la reflexión sobre su viabilidad en usos diferentes, que es lo que  propone el Museo de la Siderurgia y la Minería de Sabero en su ciclo ‘Repensando el carbón’, que este mismo miércoles aborda con el doctor en Geología por la Universidad de Salamanca, el leonés Javier Fernández Lozano, en una ponencia de título muy sugerente: 'Del carbón al grafeno'.

Recuerda Fernández Lozano que el grafeno —definido con nombres como "el material del futuro" o "el material divino", por citar algunos— es muy "joven" pues "fue descubierto en el año 2004 por dos investigadores rusos, Novoselov y Geim, a los que concedieron  el Nobel de Física en 2010 por su hallazgo. Se puede decir que este descubrimiento fue una verdadera serendipia pues iban a tirar a la basura unas muestras de grafito envueltas en cinta adhesiva y pensaron en estudiarlas; y descubrieron unas pequeñas láminas de grafeno, que entonces eran tan solo de unos centímetros pero en la actualidad ya las hay de alrededor de un metro, lo que aumenta muchos sus posibilidades de uso industrial".

Explica el geólogo leonés que las aplicaciones del grafeno darían para llenar muchas páginas, pero se fija en algunas de ellas: "Tiene una elevada conductividad térmica y eléctrica; es hasta 200 veces más resistente que el acero; reacciona con otras sustancias para formar compuestos que podrían ser utilizados en misiones espaciales; no contamina; es un elemento biocompatible, lo que le permite ser muy preciado en medicina, por ejemplo, para estudios de ADN, tratamiento de cáncer o de la preocupante amiocentesis, que se podría hacer análisis directos sin la tan temida prueba...".

La gran pregunta es si es viable el paso del carbón al grafeno, lo que proporcionaría una nueva vida al agonizante carbón leonés. Fernández Lozano cree que sobran indicios para pensar que sí.  "El carbón y el grafeno  comparten un elemento común, proceden de la transformación de materia orgánica mineral. Se entiende mejor con un ejemplo, la hulla, que es uno de los principales carbones capaces de proporcionar grafito, contiene entre un 45 y un 85% de carbón. Además, el carbón leonés, en algunos puntos ha sufrido un incremento de temperatura, por procesos geológicos, ha podido transformar esa materia carbonosa en grafito, que es la principal fuente natural de grafeno. Por ello, habría  que analizar en qué puntos esas condiciones se cumplen para ver las posibilidades".

Y recuerda Lozano que esta extracción de forma natural "ya se está haciendo en lugares como Rusia o en Méjico, donde carbones de una época diferente a la de las cuencas leonesas ya están ofreciendo grafito". Pero, al margen de este proceso natural señala que existen otras técnica de extracción de grafito a partir de carbones como la antracita que ya están experimentadas en laboratorio. "Ya se está haciendo en China y yo creo que aunque nuestra capacidad actual es limitada estamos en el buen camino y veremos la obtención del grafito en nuestras cuencas".

A la hora de ilustrar las posibilidades del grafeno en el mercado Fernández Lozano habla de que "las tablets y móviles sean aún más ligeras y resistentes; o los ordenadores podrían tener unas pantallas de unos pocos milímetros de grosor".

Javier Fernández Lozano se muestra optimista y cree que "llegaremos a ver nuestro carbón como fuente de grafito, pero es necesario  realizar una apuesta fuerte por la investigación e invertir, que de momento...". Y recuerda otros casos de falta de aprovechamiento de nuestros recursos: "Pasa con la pizarra. Es una pena que, con el destrozo medioambiental que causa, sólo se aproveche el 10% de su potencial".
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