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Instrucciones para manifestarse

25/02/2017
 Actualizado a 16/09/2019
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Todo empieza con un paso, luego se da otro y así. Puede llevar una pancarta o seguir a la persona que tiene delante, sin pisarla ni estornudarle encima. Si es una mujer mayor que va despacio, se recomienda calma y escucha atenta de la conversación, pues siempre tiene algo que decir. También puede ser una pareja con un carrito de bebé o un grupo de chavales con un perro de aguas o alguien que cree en la vida inteligente en otros planetas. Nunca se sabe, la manifestación es para todos.

Sea como sea, siga al que le precede y aproveche para hacer gestos a la gente que está en la acera para que se sume.Sin asustarles ni que le confundan con un mimo. Si en el recorrido encuentra algún galápago o ungulado, simplemente apártese y siga su camino. Los ediles municipales suelen estar en las orillas, señalizados con un triángulo amarillo, así que no hay peligro de tropiezo. Puede ponerse un chaleco reflectante, si lo desea.

Antes de ir a la manifestación, se recomienda la lectura de Historias de cronopios y de famas, de Julio Cortázar. El libro le servirá para aceptar el absurdo de la vida y también para descubrir si es cronopio o fama. Sepa que las manifestaciones son para los cronopios y sus vecinos. Los famas suelen estar ese día fuera del pueblo o firmando en un juzgado de Ginebra o gastando algo con la tarjeta black o ejecutando el relevo de un fiscal.

Si comprueba que es un cronopio o su vecino, debería ir a la convocatoria. En el caso de que la manifestación sea por la sanidad (en el Bierzo, por ejemplo) se trata además de una manifestación saludable.

Hágase a la idea de venir indignado de casa. Es fácil: recuerde aquella operación de rodilla que estuvo esperando más de un año, la prima que pierde días enteros en la ambulancia para recibir radioterapia en el Hospital de León porque en el del Bierzo no está la unidad ni se la espera o las camas siempre cerradas en la planta 2-B con las arañas bailando valses.

Una vez que alcance el punto justo de indignación, ya puede abrir la puerta de la calle. Durante la manifa, puede atarse un globo blanco a la muñeca con un cordel y cantar algo. Cortázar dice que «cuando un cronopio canta, las esperanzas y los famas acuden a escucharlo». No pierda la esperanza, es una chica muy despistada.
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