Imagina las cabezas

14/02/2017
 Actualizado a 14/09/2019
14-02-2017-a-la-contra.jpg
14-02-2017-a-la-contra.jpg
Por la postura de las piernas ya se puede intuir lo que estarán maquinando esas cabezas. Ya están preparados para salir corriendo a preparar alguna.

Y bien que hacen que ya se sabe que los trabajos fundamentales de un niño son dos, jugar y hacer putadas. Si queda tiempo para ir al colegio pues habrá que hacer un hueco aunque, como decía Gabo en sus memorias, «a los cinco años debí interrumpir mi formación para ir al colegio».

Es curioso cómo los más atravesados de mi generación son ahora los más intransigentes y los que peor llevan las trastadas de los pocos chavales que van quedando por nuestros pueblos.

A uno de ellos le hacía el otro día una pregunta curiosa otro coetáneo de la linea de entender las obligaciones de los niños en cualquier tiempo: «¿Cómo va esto? Cuando hacíamos nosotros trastadas, que más bien eran verdaderas putadas, éramos los más simpáticos del mundo, que entonces sí que eran divertidos los juegos y bla, bla... ¿Y ahora, que no hacen la mitad que nosotros lo hacen todo mal?».

Y salió por la misma petenera de siempre: «Eran otros tiempos».

Pues eso, que arranquen los guajes, tiemblen los picaportes, abajo las peras cuando maduren, también las patatas para asarlas debajo del puente, coge la bicicleta que veas parada, sube al burro... Vive y juega.
Lo más leído