Historias que son verdad

21/10/2016
 Actualizado a 11/09/2019
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Estamos tan acostumbrados a que nos cuenten películas, a que disfracen las historias, a que nunca sepamos qué hay detrás de la puerta, que lo que nos gusta es la vida, la verdad, la realidad, por más que algunas veces sea cruel y nos recuerde que para que se mantenga el equilibrio en la naturaleza unos bichos cazan a otros. Incluso los comen.

Pero tienen la dignidad de hacerlo con belleza, frente a lo cutre y burdo de lo que nos enseñan los telediarios de las aves de rapiña humanas está la belleza de los vuelos y la inteligencia en el engaño de las rapaces.

Estos días Asturias vive pendiente de una historia singular. Un enfermo terminal, Josín, pidió a través de las páginas de un periódico alguien que adoptara al perro que es su compañero y al que va a dejar huérfano en unos días. Ya lo ha entregado y nada interesa más a los lectores que la nueva vida de Trasgu. Por dura que sea la historia. Pero es verdad.

La belleza de la cetrería, los viejos vuelos por más que estén controlados por GPS, cautivaron a más de 10.000 leoneses el pasado fin de semana, que se dice pronto. Gentes que disfrutaron viendo la destreza de esos halcones que tal vez hoy estén siendo utilizados para acabar con bandadas de palomas, que ya no son nuestras amigas, o de estorninos, que lo ponen todo perdido. Otrabajan en el aeropuerto velando por la seguridad. O a esas águilas que despeñaban una cabra en el famoso programa del recordado Félix. Historias que son verdad, como la vida.
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