Heladas, granizadas y plagas; una primavera negra en el Bierzo

La granizada de este viernes es el último capítulo de un mes marcado por el mal tiempo / Se han detectado focos de avispilla del castaño en la zona oeste

Alejandro Cardenal
28/05/2017
 Actualizado a 18/09/2019
Imagen de la tormenta de este viernes en Ponferrada. | CÉSAR SÁNCHEZ (ICAL)
Imagen de la tormenta de este viernes en Ponferrada. | CÉSAR SÁNCHEZ (ICAL)
2017 es ya un «año negro» para el Bierzo. Así lo califican los propios agricultores, que han visto como una primavera marcada por la inestabilidad metereológica ha supuesto la pérdida de buena parte de la cosecha en los mejores casos; en otros, se da por siniestro total una producción de la que no se podrá rescatar nada.

En el último mes se han sucedido los contratiempos. La granizada que cayó este viernes ha sido el último capítulo de un mes fatídico para el sector agroalimentario. El último fin de semana de abril, después de unos días en los que los termómetros habían sobrepasado ampliamente los veinte grados acelerando la floración de los frutos, un descenso brusco de las temperaturas, que llegaron a mínimas de 5 grados bajo cero, fueron fatales para la uva, la cereza, la manzana y la pera, todos ellos productos de calidad en la comarca.

Fue solo el principio. Un par de semanas después, las granizadas terminaron con lo que se había salvado de las heladas. ¿Los resultados? La pérdida de la totalidad de la cosecha de pera y manzana; mientras que se perdió más de la mitad de la producción de uva para los vinos de la Denominación de Origen Bierzo.

Así, la granizada que cayó este viernes en la comarca ha terminado de castigar un sector que ahora se enfrenta a pérdidas millonarias —apenas un par de días antes se habían cuantificado los daños económicas en 18 millones de euros— y expedientes de regulación que pueden afectar a más de medio millar de empleos.

La avispilla aparece 


Si el cielo no ha concedido una tregua al campo berciano, la naturaleza tampoco. A principios de año se alertaba de la posibilidad de que la avispilla del castaño, la que según los expertos es «la peor plaga jamás conocida», ya asentada en Galicia, pudiera extenderse por el Bierzo.

A finales de abril se detectaron los primeros brotes en varios puntos del Valle de Valcarce. En Balboa, Vega de Valcarce y Barjas ya se han detectado focos de esta plaga, por lo que en la zona oeste, solo Trabadelo parece haber logrado esquivar, al menos de momento, una amenaza que los productores avisan que de extenderse, podría acabar hasta con un 80% de la producción en un plazo de tres años.

El castaño, que actualmente ocupa una superficie superiora las 18.000 hectáreas en la comarca berciana, es una de las especies de cuya explotación se aprovechan centenares de familias en el Bierzo.
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