Gramática parda

Parda o negra, en todo caso oscurantista. Fastos y jolgorio para festejar el día del libro. Término equívoco que induce a pensar en un único libro. El que la mayoría de los españoles, leyó en su infancia o le regalaron y está por leer. Tan irreal como dejar de fumar o perder unos kilos. Porque en España se compran pocos libros y se lee menos y peor. Para colmo, el 23 de Abril nos llega con la eliminación, por parte del gobierno, de la Historia de la Literatura. A partir de ahora se leerán sólo los libros publicitados. Las 50 sombras, la de las cerillas, o el abuelo que se defenestra, o la biografía de Pepa Pig. Olvidaremos la vida, el contexto, inquietudes o motivación de las obras. ¿Qué llevaría a Balzac a escribir una obra monumental como la Comedia Humana? ¿O a Dante, la Divina Comedia? ¿O a Larra al suicidio?

A un gran escritor contemporáneo, como Francisco Umbral, se le recuerda por la anécdota de un hortera programa televisivo. Delibes, Cela, Azorín, Borges, o Márquez, clásicos que sólo serán leídos si algún profesor extravagante los propone a sus alumnos, que los leerán con fastidio y sin entender nada. No se entiende porque no se lee y no se lee porque no se entiende. La solución: versiones digestibles y literatura gazmoña.

El Hereje, convertido en una ruta turística por Valladolid. La Colmena, una película de una sociedad que ya no reconocemos. Los ‘Pueblos’, una historia de ruinas. El Borges, un tipo lejano y antipático. Gamoneda, un premiado escasamente leído. Y, en cuanto a Macondo, un parque temático. La realidad empieza a sobrepasar a la fantasía.

Los libros, convertidos en meros objetos de consumo. De usar y tirar porque, una vez leídos, estorban en los cuchitriles que se llaman pisos. ¿Imaginas la cantidad de bazofia que se dona a las bibliotecas públicas? ¿O al Rastro? Por si no lo sabías, los libros no cogen polvo, más bien lo sueltan. Y, respecto a su pervivencia, es limitada porque el papel utilizado, ácido, se come la tinta en poco tiempo.

¿Es bueno leer? Decididamente sí. ¿Son todos los libros buenos? Decididamente no, porque detrás de muchos se esconden la vanidad, el cretinismo y la mentira. Lo que no sé es si, cuando el ministro del ramo instaure como lectiva la gramática parda, nos enteraremos de algo o seguiremos igual.