Gallar: ni olvido, ni drama

Por Jesús Coca

17/06/2017
 Actualizado a 16/09/2019
Gallar celebra su gol ante el Barça B en León. | MAURICIO PEÑA
Gallar celebra su gol ante el Barça B en León. | MAURICIO PEÑA
En el fútbol, como en la vida, todo tiende a ser blanco o negro. Por eso, para muchos, en cuestión de horas Álex Gallar pasará de héroe a villano. Pocas cosas más injustas. Si 42 años después la Cultural ha conseguido regresar a la categoría de Plata del fútbol español, una parte importante ha sido sin duda gracias a él. Eléctrico, desequilibrante, decisivo… se han agotado durante toda la temporada los calificativos para el extremo catalán, a quien en ningún momento de la campaña, pese a que ya en diciembre estuvo cerca su salida, nadie podrá achacar que no lo dio todo por el club. Se irá tras sólo una temporada, pero será tiempo suficiente para que su nombre quede grabado en la historia de la Cultural.

Será complicado olvidar los dos tantos silenciando El Toralín que dieron arranque a la dinámica positiva e hicieron creer a la afición, sus arrancadas, sus asistencias, sus ‘golazos’, sus magistrales lanzamientos de falta mientras la afición coreaba el ‘Gallar no falla, no falla’, su tiro desde fuera del área en el Mini Estadi que puso la primera piedra del ascenso, su tanto a balón parado desde la frontal en la vuelta que lo sentenció…

Son muchas las imágenes que dejará un jugador único, que ha completado una de las mejores temporadas individuales que se recuerda a alguien en León. Es notable su aportación al ascenso, que debería hacer que cuando regresara el próximo año con el Huesca el público se pusiera en pie para agradecerle los servicios prestados.

Ahora, pensar en la situación como un drama que lastra las opciones culturalistas el próximo año, sería un tremendo error. 400.000 euros es muchísimo dinero, más del que la Cultural hubiese podido imaginar conseguir por un solo jugador en la última década. Suficiente para, si se vuelve a acertar con los fichajes, traer a alguien de calidad contrastada. Y más cuando hablamos de un jugador que tiene que confirmar, en primer lugar que puede mantener en el tiempo el nivel mostrado este año en la mejor temporada de su vida, en segundo que puede hacerlo en una división de Plata en la que aún no ha debutado.

Dudas razonables al hablar de alguien que llegaba a León tras haber sido suplente en el Hércules y habiendo jugado 44 partidos de titular en Segunda B con 24 años. Hechos que invitan a no poner ni un pero a que Gallar prefiera irse cuando tiene una oferta en la que le doblan el sueldo, pero también a entender que el club no se haya vuelto loco creando además un peligroso precedente de mejorar de contrato en un momento en el que muchos de los ‘héroes’ del ascenso están llamando a las puertas solicitándola.

Sólo el tiempo dirá si la explosión de Gallar es una realidad ya invariable que le hace ser también uno de los mejores jugadores de Segunda A como daba la sensación este año de que podía ser. Pero, lo tangible, es que se va tras haber dejado a la Cultural cuatro décadas después en esa categoría. Y eso es algo que nadie debería olvidar.
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