Funda, casco y Pasión

La procesión del Cristo de los mineros centró un año más los actos en Caboalles de Abajo

Estefanía Niño
15/04/2017
 Actualizado a 16/09/2019
La cofradía del Cristo de los Mineros protagonizó los actos del Viernes Santo en la localidad lacianiega de Caboalles de Abajo. | ESTEFANÍA NIÑO
La cofradía del Cristo de los Mineros protagonizó los actos del Viernes Santo en la localidad lacianiega de Caboalles de Abajo. | ESTEFANÍA NIÑO
Emoción a flor de piel. Esa emoción que, en las cuencas mineras, brota desde dentro, como un desgarro más allá de cuales sean las creencias de cada uno. Un desgarro en el corazón al ver a los mineros, ataviados con la funda y el casco, a las puertas de la iglesia de Caboalles de Abajo, en el municipio de Villablino. Toque de tambores, y entrada a la iglesia para sacar las imágenes. Ellos llevan la imagen de Cristo, ellas, de negro riguroso, portan una Virgen Dolorosa. La banda de trompetas y tambores acompaña, marcando el paso. Firme, decidido. Empieza la procesión desde la iglesia con destino al Pozo María, por calles pequeñas y en empinado descenso. Un camino de antorchas ardiendo marca el itinerario. Y cantos. Cantos de la mujeres en la primera parada de la procesión, frene a una pequeña ermita, la que alberga la imagen del Cristo durante todo el año.

La procesión sigue avanzando y, a medida que lo hace, va anocheciendo. La luz disminuye y entran en escena las lámparas de los mineros, dando un nuevo halo a la escena. Pequeñas luces en la oscuridad, que continúan su descenso hasta las entrañas de la tierra, hasta las puertas del Pozo María. Suena la sirena, la misma que sonaba años atrás para marcar la entrada a los relevos. Una vez allí, a las puertas del Pozo, la emoción del momento vuelve a estar presente, con nudos de garganta y estómago. Allí se rindió un sencillo homenaje a todos los fallecidos en la mina en accidente laboral. Corona con crespones para ellos, y unas palabras del sacerdote. En la memoria, todos aquellos que dejaron su vida en la mina, si bien a la memoria colectiva vuelven de nuevo los diez fallecidos en octubre de 1979 en ese mismo Pozo: Basilio Uría, Manuel Gómez, Adolfo Real, Emilio Pinillas, Arselí Fernández, Otilio Álvarez, Antonio Restrepo, Manuel González, José Ouviaña, y Alfredo Prieto Suárez. Tras el sencillo y sincero homenaje se retoma la procesión, está vez por pequeñas calles hasta llegar a la vía principal, donde las antorchas ardiendo siguen marcando el camino.
La procesión del Cristo de los Mineros se realiza, cada Viernes Santo, desde el año 1975, momento en el que se crea la Cofradía del Cristo de los Mineros de Caboalles de Abajo. Actualmente, cuenta con 626 inscritos.

Clamor de sirenas

Casi 17 años después, las sirenas han vuelto a sonar esta Semana Santa en el Pozo María. Según se indicó desde la Cofradía del Cristo de los Mineros, esto ha sido posible gracias a la ayuda inestimable de Tomás Ares y de la compañía Prohida. Las sirenas han vuelto a sonar tal y como hacían antaño indicando la entrada de los relevos principales al pozo. El miércoles sonó a las 15:00 y a las 22:00 horas, mientras que el jueves, viernes, sábado y domingo lo hizo a las 8:00, las 15:00 y las 22:00 horas.
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