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Firmas sobre papel mojado

16/01/2017
 Actualizado a 08/09/2019
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Aunque cada vez están más de moda como aspirantes a ser sucesoras de las iniciativas legislativas populares, incluso muchas de ellas nos tocan bastante cerca geográfica y socialmente, nunca he apoyado ninguna campaña de recogida de firmas en una plataforma de internet. Y tengo varias razones, pero me voy a quedar con el argumento de que realizar una petición a través del portal y recoger datos puede ser legítimo, pero tan válido como dar voces en plena calle. Porque si no lo sabe se lo digo yo, esos apoyos con nombre y DNI o correo electrónico que usted hace en una web y comparte en las redes sociales, porque le dan un aire de reformista y comprometido, carecen de validez legal alguna.

Claro que estas acciones están bien para tomar el pulso a la sociedad sobre algún asunto. Pero más allá de la cobertura mediática y de la promoción en Facebook y Twitter, que equis personas firmen en Change.org para pedir no sé qué tiene tanta validez como que la petición se convierta por un día o unas horas en trending topic de la red social del pajarito o sea tema del día en el bar. En cualquier caso, a veces, menudas peticiones...

Por eso mismo, que haya dos mil y pico personas en León dispuestas a poner su nombre reivindicando la apertura de un Primark en la capital a uno le sorprende. Y no sólo porque de esos dos mil firmantes mil novecientos no moverían un dedo por conseguir que una industria del automóvil con un millar de puestos de trabajo directos se asentara en la provincia, ni se levantarían del sofá para intentar salvar –si es que aún tienen salvación– las cuencas mineras leonesas, como tampoco alzarían la voz para impedir que la política centralista autonómica deje en Valladolid las mejoras sanitarias de última generación.

Aquí reivindicamos la apertura de un templo del consumo donde la calidad no llega a dudosa, capital extranjero y empleo de aquella manera, aunque sea firmando el acta de defunción de decenas de negocios del comercio tradicional. Pero si cree que el equivocado soy yo, siga firmando en papel mojado, creyendo que así va a cambiar el curso de León... o de la historia, cuando a lo mejor las cosas que hay que cambiar son otras.
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