Fernando López Blanco: "Lo más importante de Ángel Barja es lo más desconocido"

'In Memoriam' es el título del homenaje que la Asociación Sofcaple ha preparado para esta tarde en el Auditorio que lleva el nombre del músico homenajeado, Ángel Barja, "para recordar en el XXX aniversario de su muerte su gran figura como músico, como pedagogo y como humanista"

Fulgencio Fernández
18/02/2017
 Actualizado a 18/09/2019
La pianista Belén Ordóñez, que ya le ha dedicado un disco a Barja, ofrecerá un breve recital.
La pianista Belén Ordóñez, que ya le ha dedicado un disco a Barja, ofrecerá un breve recital.
El pasado domingo se cumplían los 30 años de la muerte de Ángel Barja, de la llamada "mañana más triste para la música leonesa", y aquel día un concierto de cuatro coros recordó la figura de este leonés nacido en Galicia.

Tan sólo unos días más tarde, este sábado, llega un nuevo reconocimiento, en esta ocasión apadrinado por la asociación Sofcaple y pensado para abarcar todos los aspectos —dentro de lo posible— de la personalidad de Ángel Barja Iglesias. El lugar elegido (a partir de las siete de la tarde) no puede resultar más apropiado y emotivo, el Auditorio que lleva su nombre en el Conservatorio de León, centro donde trabajó el añorado divulgador, recuperador, compositor y también poeta...

El homenaje está dividido en tres 'bloques', con perdón de la palabra: En el primero un gran conocedor de su obra y autor de la única tesis sobre ella, Fernando López Blanco, hablará de su ingente obra; Belén Ordóñez, profesora de piano del Conservatorio y que ya le ha dedicado un disco a Barja, ofrecerá un breve concierto; y finalmente el recitador leonés Manu Ferrero le pondrá voz a algunos de los poemas escritos por Barja y que, como tantos otros aspectos de su obra, son muy desconocidos.

Fernando López Blanco, leonés y compositor, que leyó su tesis sobre Barja en 2015 en la Facultad de Historia y Ciencias de la Música de Oviedo, aportará los datos más técnicos de una inmensa obra pues, señala, "una de las características más llamativas de la biografía musical de Barja es su extremada fertilidad y en campos muy diversos, desde la música religiosa a la popular, su labor pedagógica y social componiendo para coros amateur pero sin olvidar una gran cantidad de obras de gran envergadura, encuadradas en muchos casos en las últimas tendencias musicales. Yo diría que son lo más importante de su obra y, sin embargo, son lo más desconocido", explica este estudioso que realiza así un resumen de lo que será su ponencia en el homenaje.

Explica López Blanco que él no conoció a Barja, "yo aún era muy joven cuando Ángel trabajaba en León", pero que sí escuchó hablar, mucho y bien, de su trabajo. "Por ello, a la hora de hacer la tesis me pareció que había muchas cosas que me acercaban a él, que éramos leoneses —aunque Barja naciera en Galicia—, que éramos compositores y que me fue enganchando cada nuevo hallazgo en el estudio de su obra". Y añade: "El hecho de que no le conociera, de que no fuéramos amigos, me permite abordar su obra con más libertad y sin ningún tipo de atadura emocional, por lo que digo de él es aquello que siento y he descubierto en mi trabajo de tesis".

A la hora de quedarse con una faceta desconocida y, sin embargo, importante, López Blanco elige lo que llama sus trabajos de "intertextualidad y decomposición", al margen de otros trabajos importantes pero más conocidos. "Me refiero con estos dos términos a obras del mejor Barja como compositor, en las que una música se interconexiona con otras músicas por medio de citas, referencias con una alta carga de simbología, de evocaciones, que van desde Bach a melodías tomadas del folclore de países como Argentina. Creo que ahí está el Barja más maduro y más elevado". Y añade un aspecto más curioso : "Y es que en muchas ocasiones estas citas son a su propia obra. Así puede tomar una pieza de su época joven y la reutiliza veinte años más tarde, la mejora. Es un fenómeno muy curioso".

Cree López Blanco la gran cantidad de obras que ha compuesto y que se hayan interpretado habitualmente las mismas hace que «haya un amplio campo en el que trabajar, muchas obras que sí han sido estrenadas pues fueron encargos muchas veces de grandes compositores pero que son muy poco conocidas y merecen mucho la pena. Las obras de mayor interés son las menos interpretadas», concluye.

La pianista Belén Ordóñez, que ya le da ha dedicado un disco a Barja, se muestra encantada de poder participar en este homenaje. "Yo con él tuve poca relación pero sí la tengo con un ser tan entrañable como Begoña, su viuda, y he escuchado tantas historias sobre él en el Conservatorio que sé que fue un ser extraordinario. Y comprobé que era un gran músico cuando trabajé con Raúl Ferreras para grabar el disco, que fue una explosión de sentimientos pues es muy bonita la música que hizo; como son los poemas que he escuchado en la voz de Manu Ferrero".
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