11/04/2015
 Actualizado a 16/02/2019
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Ayer tuve la oportunidad de volver al Aula hospitalaria de León ‘Emociones’, junto a mis compañeros de emisora y Lary León, de la Fundación Atresmedia y directora del Canal TV Fan 3, dedicado a niños ingresados en hospitales, para realizar un taller de radio.

Allí nos esperaban Vicente, Hugo, Paula, Asier… y la pequeña Ángela. Siguiendo las enseñanzas de Nacho Arias, presentaron discos, entrevistaron a Lary, y a su profesora Gloria, por la que ellos sienten verdadera adoración, y nosotros, ahora también. Escucharon sintonías, jingles y cuñas, y nos contaron que querían ser biólogos, astronautas y por supuesto médicos de niños y maestros. ¡Y cómo no! Investigaron y palparon los cortavientos verdes, que tanto llaman la atención, especialmente a los más pequeños.

El aula se convirtió en un estudio de radio improvisado, y por unos minutos, la magia de las ondas anestesió todos los dolores y preocupaciones. Aparcó las inquietudes y sobretodo consiguió su objetivo, entretener durante más de una hora a esos locos bajitos.

Les puedo decir que aún sigo emocionado, y desde aquí quiero recordar a gente como Gloria, Santiago, Luis y todo el equipo de pediatría, capitaneado por el gerente Burón. Mi más sincera admiración para ellos. Como les contaba al principio también nos acompañó Lary León, y todo lo que les diga de ella será poco, una vida de esfuerzo y superación. ¡Cuánto pudimos aprender con sus palabras!

Estamos envueltos en una vida de prisas, y estrés. Constantemente preocupados por detalles banales, que hacen que situaciones tan insignificantes como perder el autobús, o que se nos queme el pollo en el horno, después de media mañana de cuidadosa elaboración… tengan la capacidad de arruinarnos el día.

Dentro de aquel macrocomplejo, en apenas diez metros cuadrados, se te encoje el corazón, y la voz te tiembla. Reflexionas en si merece la pena el enfado que te has cogido esta mañana por el rallón del coche, porque se ha acabado el tóner de la impresora o cuando el político no te ha cogido el teléfono en toda la mañana.

La vida es maravillosa, a pesar de todo, es maravillosa. Sólo debemos dar importancia a las cosas relevantes, sin ahogarnos en los pequeños detalles del día a día. Y a pesar de los baches y cornadas de la vida, no olvidemos que todo sigue y que mañana, también saldrá el sol… de la mano de Alsina.
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