12/11/2016
 Actualizado a 08/09/2019
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No querría dejar pasar la oportunidad de dar fe sobre el alto nivel de inglés que asegura tener el redactor jefe de este diario (que en muchos momentos roza el bilingüismo), y si alguien tras su columna de opinión del pasado jueves, tuviera alguna dudasobre su conocimiento y pronunciación, desde aquí les aseguro que es rotundamente cierto, ya que he tomado con él muchos cafés, sobre todo en el Pandorado, y los que nos conocen saben que a primera hora solo hablamos en guiri. Tal es el nivel, que algún empresario local de éxito, llegó a pensar que éramos del mismísimo Wichita. Y copiando sufamosa entradilla, les diré que «Siempre he sido» poco ordenado. Por eso, ayer cuando nos invitó el Teniente Coronel Álvaro Díaz Fernández a la base militar de la UME, sólo pensaba en lo feliz que podría ser mi mujer (ya saben, la que escribe los domingos y firma como madre en apuros), entre tanto orden y organización. ¡Qué perfección, nada fuera de su sitio! Yo debo reconocer que no soy así, ni jamás lo podría ser. No es de extrañar por tanto que hace unos días revolviera la casa entera buscando un documento importante, el cual no encontré, pero apareció un viejo disco de mi padre con dos canciones: ‘El río’ y ‘Vuelvo a Granada’, de Miguel Ríos (del que Maxi echa de menos el 50%). Puse la segunda en el viejo tocadiscos (que Maxitambién echade menos), y la canción decía tal que así: «El tren va muy despacio, hay mucho tiempo para llegar. La gente duerme, en el vagón, mientras por las ventanas muy débilmente se cuela el sol». Y recordé una vez más a mis abuelos, Sares y Honorina, personas de la montaña leonesa, concretamente de Redipuertas y Cerulleda,que regentaban en la calle Renueva, al lado de la estación de Matallana la querida Perla Vasca. El tren de Matallana o de la Feve, como posteriormente se ha llamado,era nuestro mejor cliente. Revolucionó a la montaña y a sus gentes, ya que les ofrecía la oportunidad de venir a la ciudad a comprar, a sus ferias... De la misma manera que hoy en día la llegada del AVE ha hecho que León esté de moda.

La Feve es el tren de la vida para esta comarca y la única vía por la que respiran muchos pueblos. No concibo mi vida sin la estación de Matallana y sin el tren de Feve y me niego a creer eso que dicen de que nuestros políticos vayan a dejarmorir algo tan necesario. Por fin, después de casi un año ya hay gobierno en Madrid, ahora no hay disculpa para retomar un proyecto indispensable del que depende mucha gente, que no puede olvidarse porque sería otra gran injusticia para el viejo reino. Reflexionemos juntos, El AVE da a León lo que la Feve a la montaña. ¿O es al revés?
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