No son los cántabros el rival más asequible para debutar en El Toralín. Si la era Herrero quedo herida de muerte ya en el derbi ante la Cultural (1-3), un revés semejante ante otro de los ‘cocos’ de la categoría, que podría escaparse a catorce puntos tras solo diez jornadas de Liga, sería una peligrosa puesta de largo para Munitis.
Además de frenar a un rival lanzado, el técnico también tendrá que lidiar con las bajas. Sin Jonathan Ruiz ni Andy por sanción, al entrenador cántabro le toca reinventar un centro del campo que en lo que va de competición no ha brillado ni por su capacidad de generar fútbol, ni por su solidez en el aspecto defensivo.
Cerrar la sangría de goles encajados es una de las prioridades del técnico cántabro. La Deportiva solo ha dejado su portería a cero en tres ocasiones, mientras que el Racing lo ha hecho en seis y solo ha recibido tres tantos, una sobriedad de la que Munitis se espera contagiar para comenzar la escalada en la clasificación.
Otro de los objetivos del cántabro es recuperar la mejor versión de sus futbolistas. Cidoncha o Chavero, perdido en la banda en las últimas jornadas, podrían retrasar su posición para suplir a los sancionados y dotar a los bercianos de la profundidad que tanto han echado en falta en estos primeros compases de competición.
En la mediapunta podría colarse Juanto, que ha ido perdiendo protagonismo con el paso de las jornadas, o Caiado, tan irregular como la propia Deportiva.
Continuidad en el Racing
Por su parte, el técnico del Racing de Santander, Ángel Viadero, podría apostar por un once muy similar al que ganó ante el Tudelano el pasado fin de semana, con Aquino como principal amenaza.
El técnico cántabro cuenta con la baja de Granero, que sufrió una grave lesión de rodilla a principios de este mes de octubre, y de Julen Castañeda. El que fuera jugador de la Deportiva durante dos temporadas es baja desde principio de temporada por una luxación en el hombro que le obligó a pasar por el quirófano.