El Prince de Verdiciu llega a León con liguero y madreñas

Su nombre salta desde Asturias, donde fue un fenómeno social y musical, rodeado de adjetivos tan impactantes como las imágenes que los acompañaban: El Prince de Verdiciu, El Freddie Mercury del folclore asturiano, el rey del electrocuplé o el agroglam... mientras las imágenes al más puro estilo cabaret, con madreñas y liguero, se mezclan con otras en pleno campo, con su burra y en la aldea donde vive, en pleno campo y con solo 15 vecinos. Es Rodrigo Cuevas, ovetense nacido en 1985 con raíces leonesas, concretamente en la localidad donde siempre dice que le gustaría haber nacido: Rodiezmo de la Tercia, porque es un lugar cargado de recuerdos para él. «Vivía en Rodiezmo de la Tercia, al norte de la provincia de León. Allí pasaba todos los veranos y los fines de semana. Me encantaba ir para el pueblo, además allí estaba mi mejor amigo y lo pasábamos genial. Los vecinos tenían vacas y yo las ordeñaba, cuidaba de sus ovejas..., recuerdo los enormes rebaños que cruzaban haciendo la trashumancia», también en Rodiezmo recuerdan a aquel chaval.

Me gustaría haber nacido en Rodiezmo, donde pasé parte de mi infancia, entre vacas que yo ordeñaba Después de unos inicios tan complicados como los de tantos otros artistas Rodrigo Cuevas vive su momento más dulce, se ha estrenado un documental sobre su vida y su agenda de conciertos ya tiene muy pocas fechas libreas hasta el próximo mes de octubre. Este jueves llega a León, su segunda tierra, para actuar en el Teatro El Albéitar (a las 21 horas, con entradas a 10 euros y descuentos para universitarios).

Siempre ‘soporta’ Rodrigo Cuevas la misma pregunta, fruto de su especial puesta en escena y su forma de estar sobre el escenario: ¿Qué parte es Rodrigo Cuevas y qué parte es el personaje que él mismo ha creado?: «El personaje aparece cuando subo la última escalera del escenario y ya me se el protagonista; la persona es el otro, aunque a veces también soy el foco de atención y reconozco que me parezco mucho al que está en el escenario. La persona creo que es el Rodrigo al que le gusta el campo, la libertad, la naturaleza, los animales y me apasiona el arte».

Llegó un momento que Oviedo me oprimía, en Barcelona descubrí un mundo underground Rodrigo Cuevas dio sus primeros pasos en la música con una formación ‘clásica’, «empecé a tocar el piano cuando tenía ocho años, pasé después por la Escuela Municipal de Música y el Conservatorio, formé parte de la Banda Municipal de Oviedo, de la Vetusta y de la Banda de Langreo... Pilar Lobo, una profesora muy especial que tuve me animó para ir al Conservatorio de Barcelona. Oviedo me oprimía... En Barcelona descubrí un mundo más alternativo y underground. Cerca del Conservatorio había una casa de okupas que se llamaba -La Macabra-, con muchas actividades, toqué en El Coño de la Bernarda...».

Y regresó otro Rodrigo Cuevas, el de la versión de ‘Soy de Verdiciu’, el que ha vuelto a sorprender recientemente con su vídel celtic kistch ‘El toro Barroso’, el imprevisible y sorprendente, el que la noche de este jueves estará en el escenario del teatro El Albéitar de León.