El peor momento para tener un mal día

Tres partidos ha perdido Agustinos Eras en siete largos meses de competición. 26 victorias y tres derrotas es el impresionante balance de un equipo leonés al que no le valdrá para lograr su objetivo. Son los caprichos de la competición. Son las consecuencias de escoger el peor momento para tener un mal día.

Absolutamente nada se le podía pedir a los leoneses antes de ayer. Arrasaron en la liga regular, pero eso este año no servía para tener ventaja de campo. Ganaron sus dos primeros partidos del ‘playoff’ de ascenso en Mallorca, pero los anfitriones hicieron lo propio.

Todo acabó provocando que, el ascenso a Leb Plata, se jugara en 40 minutos a cara o cruz. Ganar, era subir y volver a colocar a León en el basket de élite. Perder, suponía quedarse por segundo año consecutivo con la miel en los labios.

Y acabó siendo lo segundo de la forma más inesperada. Se esperaba un partido a cara de perro, igualado, entre dos plantillas de potencial similar y con los locales con el cierto favoritismo que le daba jugar con el calor de su público. Pero ni hubo emoción ni igualdad.

94-75 venció el Andratx al Agustinos, que fue víctima de dos cuartos desastrosos, en los que fue barrido de la pista por los baleares y se decantó un partido que llegaba al último cuarto con absolutamente todo decidido.

Y eso que, en el primero, las cosas pintaban bien para los leoneses. 13-17 lo ganaron los de Adrián Álvarez, que comenzaban cargando el juego de ataque en la pintura sobre Tim Thomas, que se mostraba muy acertado.

Agustinos acabó cuatro puntos arriba el primer cuarto, pero encajó un parcial de 61-34 en los dos siguientes Pero, de repente, todo cambió. El Andratx, desacertado en el lanzamiento exterior hasta entonces, comenzaba a masacrar a base de triples al Agustinos,cuya defensa se veía desbordada e incapaz de parar a Chemari Morales, una ‘pesadilla’ dentro de la zona, y además se encontraba con la aparición inesperada de un ‘microondas’ como Micky Corbacho, que metía nueve puntos seguidos (12 metería en total en sólo 10 minutos de juego) y llevaba la diferencia a una máxima de once que se quedaba en nueve (41-32) al llegar al descanso.

El Andratx masacró a base de triples al equipo leonés, que no sube pese a perder sólo 3 partidos en toda la campaña Los mallorquines abrían becha, pero por supuesto Agustinos seguía en partido. Sin embargo, la dinámica no sólo no cambió, sino que se agudizó. Pablo Llamas se echaba el equipo a sus espaldas en ataque, pero los locales insistían en el lanzamiento exterior y los triples iban cayendo, llegando a 17 la ventaja tras dos logrados de forma consecutiva por Alberto Molina.

La cosa se complicaba y, tras cerrarse el cuarto con otros dos triples de Sosa y Corbacho en los últimos 30 segundos, se ponía imposible. En dos cuartos, Agustinos había encajado un parcial de 61-34 y estaba 23 puntos abajo.

Ya nada se podía hacer. Andratx era una fiesta. Agustinos tendrá que seguir esperando su salto a Leb Plata.