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El padrón municipal

29/01/2015
 Actualizado a 18/09/2019
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Se acaba de hacer público el padrón municipal de la provincia leonesa. Su comparación con los de años anteriores sirve para sacar conclusiones acerca de la trayectoria provincial y de cada municipio en particular. Más aún si pensamos que las elecciones locales son en mayo y que los cambios reflejan la dinámica de cada municipio.

En primer lugar hay que comentar que la población provincial ha pasado de los 495.000 habitantes aproximadamente en 2012 a los 485.000 de 2014. En solo dos años se han perdido diez mil, uno de los casos insólitos del país. Esto quiere decir que en la Diputación provincial se han hecho las cosas mal. Pero como la Junta de Castilla y León influye todavía más en la fijación de población, mediante la política industrial y de promoción económica, la conclusión es que su gestión ha sido un desastre.

La capital perdió dos mil habitantes entre los dos años, lo que pone en tela de juicio la gestión del actual equipo municipal. La ciudad ha bajado de los 130.000 habitantes, por lo que se coloca al borde de la irrelevancia en cualquier foro de ciudades españolas. Por su parte San Andrés del Rabanedo se mantiene en 31.700 y Villaquilambre crece levemente hasta los 18.500. De ello se colige que el área metropolitana leonesa pierde población, ya que el resto de municipios de la misma no aportan crecimientos sustanciales. En resumen, esta forma de mantener fragmentada la urbe en varios municipios, que caminan como la banda de Pancho Villa, cada uno a su aire, conduce a la ciudad al declive y a la invisibilidad para el resto de España. Ciudades como Burgos o Salamanca son nominalmente más grandes sin serlo en realidad. Tienen más presencia en cualquier foro. La fragmentación municipal solo beneficia a los que cobran por la política.

La segunda ciudad, Ponferrada, ha perdido casi mil doscientos habitantes en dos años. Es un reflejo de lo negativa que ha sido la agitada vida consistorial para la marcha de la ciudad. Ponferrada debería erigirse como centro urbano de referencia en el enorme triángulo territorial Lugo-Orense-León, pero con este declive se asoman muchas dudas sobre esa aspiración.

Hay 146 de los 211 municipios que no llegan a los 1000 habitantes. La lista crece cada año. Frente a los que hablan de municipalismo, hay que preguntarse de qué sirve una institución sin capacidad de inversión, de interlocución y de maniobra. Más aún entre los 40 ayuntamientos que no llegan a 300 habitantes. Urge una concentración municipal meditada, pero obligatoria. Hay demasiados generales para tan poca infantería.
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