El motor de la agroalimentación

Dicen la de cecina que es la mejor embajadora posible de la provincia de León. Dicen del botillo que es el mejor embajador de la comarca del Bierzo. Lo cierto es que, más allá de emblemas o banderas, y más allá de hipotéticas embajadas, los productos leoneses de calidad son un recurso vital para la economía leonesa. Lo sabe bien la Diputación Provincial, que lleva años apostando por productos de calidad que sirvan para promocionar León fuera de la provincia, como ya ha hecho en numerosas ocasiones (la última, hace menos de una semana, en uno de los centros comerciales más frecuentados de la Comunidad de Madrid). Pero más allá de la promoción, los productos leoneses son un recurso económico que cada vez coge más peso en la economía provincial, un recurso económico que tiene el doble valor de generar riqueza y, además, de generar empleo en el medio rural, de fijar población en el desierto de los pueblos, envejecidos en el mejor de los casos, a puntos de quedar abandonados en el peor de ellos. Las exportaciones del sector agroalimentario leonés dan una estabilidad, además, ante la fluctuación de los mercados, y con todo ello se compone un perfil de un sector pujante pero que puede serlo muchísimo más, y en ello trabajan no sólo las instituciones sino también numerosos emprendedores que quieren recuperar lo mejor de su tierra, de su cultura, la herencia recibida de sus antepasados, para convertirlo en una forma de vida.