‘El hijo del Camino’, tras los pasos de sus padres

Thomas Fouillat recorre los lugares por los que pasaron sus padres en el año 1988. El peregrino más joven de la historia fue concebido en Bargoa y alumbrado en Santiago

D.L. Mirantes
24/02/2016
 Actualizado a 19/09/2019
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Peregrina hacia el oeste, a Santiago de Compostela, en un viaje que dura ya 28 años. 'El hijo del Camino', Thomas Fouillat, vuelve tras los pasos de sus padres, Yves Fouillat y Nadège Dussart, sobre las huellas que dejaron en el peregrinaje en el que fue concebido y alumbrado. Acompañado por su amigo Olivier, su compañero Ulk –un dogo canario de 12 años– y de Calimero –un burro de 6 años–, no busca otra cosa que encontrarse a sí mismo. "He vuelto a pensar en la historia de mis huesos y me he preguntado por qué no tomar la dirección a Santiago. Es algo simbólico, es el camino que hice dentro de mi madre y ahora quiero hacerlo por mí mismo. Es un camino muy espiritual", explica el peregrino más joven de la historia: fue concebido en Bargota (Navarra) y alumbrado en Santiago en 1988, el 3 de julio, Santo Tomás.

En 2016, a las afueras del Burgo Ranero, mientras Calimero pasta, Ulk se tumba al sol y Olivier pierde su mirada en el horizonte, en las nevadas cumbres de Peñacorada, Thomas explica que recorre unos 20 kilómetros al día, con calma, disfrutando de una oportunidad para preparar el proyecto que quiere hacer realidad al final de su aventura. Levantar un albergue ecológico en el norte de Toulouse y devolver al camino algo de lo mucho que le ha dado —la vida—.

"Siento que es algo normal porque es la historia de mi vida. He tomado este camino como un regalo porque no quiero correr con Olivier porque pienso que hay que tener un poco de respeto al camino", reconoce Fouillat.

Thomas niega que sea difícil para sus semejantes, para el resto de la sociedad, comprender lo que está haciendo. Se nota la pureza en sus palabras, en su mirada, en su forma de correr de detrás de Calimero cuando se aleja más de la cuenta o de subir a su mejor amigo en un carro pensado para minusválidos, en el que lleva cuanto necesita. Pero tiene sentido lo que hace. Él tiene sus razones y anima a todo el mundo a acompañarlo en alguna de las etapas que le restan hasta Astorga, "ojalá vengan cien personas", bromea.

"La primera razón está en lo que pienso de la sociedad, de cómo vive la gente, de cómo piensa, de los gobiernos, de las leyes… No toman su libertad y pienso que si quieres cambiar el mundo, primero tienes que cambiarte a ti mismo", justifica.

Siento todo, porque siento la Historia real, no la historia de los cristianos, la historia anterior. Es solo el camino a la costa oeste, donde el sol se poneNo obstante, Thomas tardó 20 años en aceptar el calificativo de ‘hijo del Camino’. "Mis padres decían que era hijo del Camino y yo decía que no, que era Thomas. Ahora lo he aceptado y me gusta que se me conozca, no quiero hacerme famoso, pero pienso que así mi mensaje pueda llegar a más gente", explica. Su viaje tampoco es un viaje religioso, es un viaje espiritual. "Siento todo, porque siento la Historia real, no la historia de los cristianos, la historia anterior. Es solo el camino a la costa oeste, donde el sol se pone. Es como en la vida, necesitas ver cuáles son las sombras dentro de ti para crecer".

Thomas Fouillat partió con Ulk y una gran mochila el 21 de marzo de 2010. Anduvieron durante seis meses y se detuvieron durante tres años en los convivieron con una mujer de la que se había enamorado Thomas. Reemprendieron la marcha en marzo de 2014 y se detuvieron en abril porque Ulk no podía caminar más. Volvieron a Francia, pero pronto decidieron volver al camino, lo que hicieron en julio del pasado año.

Han pasado 28 años desde que sus padres se conocieron en el Camino, lo concibieron, lo alumbraron y luego su padre y su tío balizaron el tramo de la ruta entre Santiago y Finisterre. Allí nació también Ambrosoto, la cría que alumbró la burra, Anette, que llevaban sus padres.

Encontrarse, caminar hacia donde se pone el sol y dar a luz. Esa es la historia de Thomas, 'el hijo del Camino', que sigue en el Camino.
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