El gobernador que el Bierzo olvidó en Perú

Coalición por el Bierzo quiere rescatar del «olvido histórico» a Lope García de Castro, gobernador del Virreinato de Perú durante el siglo XVI

Alejandro Cardenal
23/10/2016
 Actualizado a 17/09/2019
Cuadro de Lope García de Castro, enterrado en Villanueva de Valdueza.
Cuadro de Lope García de Castro, enterrado en Villanueva de Valdueza.
Álvaro Mendaña, Gil y Carrasco o incluso Julio Lazúrtegui, pero no Lope García de Castro. El Bierzo y Ponferrada cuentan con calles, plazas o centros que recuerdan a algunas de las figuras más emblemáticas de su historia, una forma de inmortalizar su legado que ahora se quiere llevar a cabo con el ‘olvidado’ García de Castro.

Coalición por el Bierzo ha presentado un ruego de cara al próximo Pleno del Ayuntamiento de Ponferrada para instar a este órgano «a llevar a cabo un acto de reconocimiento público y popular» a su figura, y restaurar el olvido histórico de uno de los «personajes señeros» de la comarca.

García de Castro fue uno de los bercianos que ‘conquistó’ América. Nacido en Villanueva de Valdueza en 1516, fue elegido por Felipe II para imponer el orden en Perú, siendo gobernador del Virreinato y presidente de la Real Audiencia de Lima desde 1564 a 1569.

Pero su verdadero legado fue cultural. Antes de sus nombramientos en Perú, García de Castro fue un prestigioso jurista y profesor, licenciado en leyes por la Universidad de Salamanca, donde desempeñó la cátedra de Instituta, y posteriormente fue designado como oidor de la Real Chancillería de Valladolid.

El impulso a su figura cuenta también con el respaldo de la Uned, que acogió recientemente una videoconferencia con Javier Robles Bocanegra, de la Universidad Pública Católica de Perú y autor de una tesis doctoral sobre Lope García de Castro.

Durante el ejercicio de sus labores como catedrático y como gobernador del Virreinato de Perú, el jurista de Villanueva de Valdueza, se destacó, según los historiadores e investigadores, por su «acierto y prudencia», además de profesar un arraigo especial por la comarca a pesar de vivir gran parte de su vida fuera de ella.

Y es que a pesar deque murió en la capital de España cargado de honores, García de Castro pidió ser enterrado en la iglesia parroquial de su Villanueva de Valdueza natal, donde no existe ninguna mención sobre su presencia ni su trayectoria.
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