El Esla viaja a sus tiempos de Éstola en Mansilla de las Mulas

Las Jornadas Medievales llevan en el calendario estival de Mansilla de las Mulas casi un cuarto de siglo, 24 años con este para ser más exactos. Una actividad que perdura en el tiempo como esta es sin duda por el éxito del que goza entre los vecinos de la localidad pero también por la gran afluencia de visitantes durante unos días en los que Mansilla viaja hasta sus orígenes, a aquellos tiempos en los que el Esla pasó de ser el Astura para denominarse Éstola, antes de su nombre actual. Unos tiempos en los que las historias las contaban juglares y trovadores a viva voz.

Volverána Mansilla mañana y pasado, y las fuerzas se medirán en un torneo y a lomos de un caballo y la artesanía llegará de la mano de mercaderes de tierras lejanas.

No faltará la animación por la localidad en ningún momento y en ella se sucederán actuaciones musicales, teatro, pasacalles y talleres, además de haber permanentemente paseos en pony, juegos medievales infantiles, tiovivo y exposición de aves rapaces. Crispín D’Olot, trovador y juglar, estará en Mansilla de las Mulas tanto el sábado como el domingo por la mañana para devolver aquellas viejas historias a las calles.

Para cerrar un fin de semana, que promete ser multitudinario, como en cada edición de las Jornadas Medievales celebrarán el torneo (domingo a las 20:30 horas en el Postigo), uno de los momentos que más expectación genera por su realismo a los pies de la muralla que envuelve la localidad con su propia historia, una historia con la que tiene una cita a partir de mañana a las 11:30 horas con el inicio de la programación medieval en la plaza del Grano. En ella estará ubicado el mercadillo y de allí partirán múltiples actividades.

Es por lo tanto este fin de semana una ocasión perfecta para conocer Mansilla de las Mulas en todo su esplendor, exhibiendo una vez más la fortaleza histórica de una localidad que históricamente fue cruce de caminos y fuente de historia e historias que vuelven este fin de semana para llenar cada rincón de la localidad de aquellos aires medievales de los que todavía atesora importantes vestigios. Mansilla se pone en marcha para viajar a un pasado con mucho futuro.