El edificio, ubicado en la era de la pedanía de Otero, se ejecutó en 2012, gracias a la intervención de los 24 alumnos de la Escuela Taller Ponferrada X, que en ese momento tenía tres ramas: albañilería, carpintería y carpintería de hierro. En cada una de ellas trabajaron ocho alumnos que consiguieron que el edificio quedara completo, en su primera fase. Por aquel entonces, el regidor, Carlos López Riesco, esperaba conseguir financiación para realizar una segunda fase y completar la obra, que abriría los ojos de los turistas a las rutas que se esconden en el pulmón de Ponferrada.
Aquel segundo empuje llegó en el gobierno bipartito encabezado por Samuel Folgueral, que permitió que otro de los proyectos de Escuela Taller se dedicara, entre otras cosas, a realizar el mobiliario del centro, por un valor de 450 euros.
Así las cosas, en la actualidad, el concejal de Medio Rural asegura que aún queda obra por realizar, que espera sufragar con una nueva partida en 2017 «queda el saneamiento, la electricidad y el mobiliario», asegura, aunque espera que el año próximo se pueda abrir. Se hará con un doble uso, por un lado, el propio como Centro de recepción de visitantes y, por otro, el destinado a la Junta vecinal del pueblo «en épocas menos favorables para el turismo. Allí podrán tener sus reuniones», asegura Alonso «será un servicio polivalente, un doble uso que consideramos que puede ser compatible».