El artista Asier Vera se suma al susto en la fiesta del terror de Narayola

Narayola vuelve a ser pasto del terror el último fin de semana de octubre y ya es la cuarta vez que aprovecha la festividad de todos los santos para obligar a que los vivos tengan un golpeteo de corazón profundo. La idea comenzó en 2012 y el año pasado no pudo realizarse «para coger carrera», explican desde la organización, que lleva la Asociación Cultural Millares de Narayola. Durante seis meses trabajan duro en la construcción de escenarios«que nos inventamos», de atrezzo, de vestuarios, con  la implicación altruista de medio centenar de voluntarios que lo dan todo para que el evento sea perfecto. El artista conocido por sus graffitis, Asier Vera, ha colaborado también en la escenificación. Incluso los voluntarios acaban siendo actores y personal de mantenimiento para esa cita, para la que los socios de la agrupación pagan 3 euros, que son cinco para los que no lo sean.  
Es un evento único en la comarca y cada año supera las expectativas de público «hemos ido duplicando cada año», explica su coordinador,  Miguel Ángel Fernández.

Este año esperan superar las 2.000 entradas, 500 más que el año pasado y su máximo «porque no podemos vender más entradas, porque no hay más horarios», explica Fernández, que lamenta que muchos se queden a las puertas. El evento se hace el 29 y el 31 desde las 19:00 horas a la una de la madrugada. La primera hora se reserva para los niños «y no les asustamos», aunque tienen que ir acompañados de sus padres. El resto es para los adultos que podrán disfrutar, en grupos de diez a doce personas, de un espacio nuevo «hemos hecho una zona cubierta de 100 metros de largo» con una docena de escenas de las que cinco, las principales, han sido tatuadas por Asier Vera.  Este año, la estética se reserva a las tribus ancestrales y se asegura «el susto y la estética»,  dice Fernández, no el miedo«porque en ese no podemos mandar», reflexiona.