El adiós digno para Vicenta y Jesús, represaliados de Villafranca

El Teatro de Villafranca acoge, este viernes, el acto de entrega a sus familiares de los restos de Vicenta y Jesús, madre e hijo asesinados en 1936

Mar Iglesias
02/08/2016
 Actualizado a 14/09/2019
Los restos de Vicenta y Jesús fueron exhumados en el mes de moviembre gracias a la ARMH. | CÉSAR SÁNCHEZ (ICAL)
Los restos de Vicenta y Jesús fueron exhumados en el mes de moviembre gracias a la ARMH. | CÉSAR SÁNCHEZ (ICAL)
En el mes de noviembre la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) iniciaba los trabajos de exhumación de los restos de dos represaliados de la Guerra Civil. Se trataba de Vicenta López y de su hijo Jesús Camuñas López, asesinados en 1948 por haber cobijado en su casa de Castiñeiras, en Balboa, a guerrilleros antifranquistas que habían matado a un agente en un tiroteo un día antes. Los cuerpos, según las investigaciones realizadas por el historiador, Alejandro Rodríguez, estaban en el cementerio de Villafranca. Entre dos sepulturas, en un espacio mudo, sin indicaciones, y a casi dos metros de profundidad, se enmarcaban los trabajos, que habían cambiado de la primera ubicación. Los familiares acompañaron la búsqueda. Una de las hijas de Vicenta llegó desde Barcelona para conseguir recuperar los restos de su madre y de su hermano.

Milagros tenía 10 años cuando vio cómo se los llevaban de casa, presuntamente, al calabozo de Villafranca, aunque nunca llegaron allí. Los asesinaron en la carretera Madrid-Coruña, aplicándoles la Ley de Fugas, a finales de octubre.  En dos días, los restos aparecieron. Primero un brazo que llevó al cráneo y a ver el balazo en el cuello que la autopsia definía y que confirmaba las sospechas de que era el cuerpo de la mujer. Debajo de ella aparecían los restos de un hombre, ambos boca arriba, en el mismo sentido y en buen estado de conservación.

Han pasado ocho meses y ahora vuelve Milagros para dar sepultura digna a su madre y a su hermano en el cementerio de Villafranca. Ese fue su deseo al verlos aparecer bajo el barro y así cumplirá este viernes, con un acto que se prepara en el Teatro Villafranquino. Arropada por la Corporación, por Emilio Silva, fundador de la ARMH, por el poeta Juan Carlos Mestre, Milagros, que ya lleva esta semana en Villafranca, acompañará a su madre y a su hermano en la dignidad de su último viaje «hemos conseguido ayudarla a cerrar un duelo que llevaba más de 60 años y ese es uno de nuestros objetivos, porque nadie había hecho nada», dice el portavoz de la ARMH, Marco Antonio González. Los trabajos «salieron bien, los restos estaban en una zona difícil, en un rincón del cementerio», recuerda y ahora «será Milagros la que decida donde enterrarlos, que es lo que ella quería y nunca supo, ni siquiera, hasta 2014, dónde podían estar los cuerpos».

El acto de entrega de los restos será un homenaje «a todos los represaliados que hubo durante la Guerra Civil en Villafranca, que no son pocos», dice González.  En este momento, el historiador de la ARMH prepara el dossier y apunta a más de medio centenar de asesinados «algunos de ellos incluso acabaron en los campos de concentración alemanes», dice González. Una historia que aún palpita y que Milagros cierra con el entierro de sus familiares en una sepultura «con nombre y apellidos» al lado del pasillo en el que descansaron anónimos.
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