El 95 % de los hoteles de León se abrió después de la década de los años 80

Ahora que León tiene ya una clara vocación de atracción de turistas tanto nacionales como internacionales, y a la espera de que incremente su oferta con la construcción del Palacio de Congresos, la capital cuenta con una infraestructura hotelera muy modernizada. Prueba de ello es que solo cuatro de los 60 hoteles de la ciudad tienen más de 30 años, lo que supone que la mayoría hayan sido construidos tanto en los años 90 como en la primera década del siglo XXI.

El presidente de la Unión Hotelera, Álvaro Miguélez, recuerda que solo son anteriores a estas fechas, concretamente de la década de los años 60, los hoteles Quindós, Riosol, Conde Luna y el Hostal de San Marcos. Eso sí, todos han sufrido reformas en mayor o menor medida durante los últimos años, a la espera de que las obras se inicien a principios de 2018 en el Parador, para lo que se invertirán 18 millones de euros en unos trabajos que se desarrollarán al menos durante año y medio.

En la capital hay 72 hoteles, que ofrecen 3.100 plazas a los turistas, aunque hay que restar las 200 del Hostal
El representante del sector en la provincia recuerda que el hotel Alfonso V es una excepción, ya que aunque el edificio tiene más de 30 años, el interior fue totalmente derribado ya que solo se conservó la fachada y fue construido de nuevo en el año 1993, por lo que se podría considerar como un hotel de nueva ejecución. "Los que no se reformaron antes de la crisis, lo están haciendo ahora", apunta Miguélez, ya que establecimientos como el Conde Luna está parte en obras o está el caso del Parador, uno de los emblemas de la red de la empresa pública.

Otros hoteles se implantaron en edificios históricos totalmente rehabilitados, como es el caso de la Bodega Regia, y hay casos en los que se adoptaron nombres de antiguos establecimientos pero en ubicaciones diferentes, como el París de la calle Ancha.

"Luego llegaron las grandes cadenas como Tryp, Husa, AC y Silken", recuerda Miguélez sobre estos hoteles asentados en la ciudad desde principios de siglo y que dotaron de gran capacidad de camas para la ciudad en unos años en los que la expansión de la economía y del turismo hicieron que ciudades como León pudieran absorber una gran cantidad de visitantes.

Todo ello supone que actualmente, entre los 72 establecimientos hoteleros que hay en la ciudad se ofrezcan 3.100 camas. En ellas se contabilizan las de los hoteles de una a cinco estrellas (22 en total, liderados por las cinco estrellas del Parador), pero también los 50 albergues y pensiones en los que en ocasiones se comparte habitaciones entre varias personas y que están muy ligados a otra forma de turismo, como la de los peregrinos o la de jóvenes que viajan en grupos y que no tienen problema en dormir en un mismo habitáculo.
Déficit de camas

La Unión Hotelera cree que el Palacio de Congresos,"si funciona", requerirá la construcción de un hotel
El incremento de turistas está suponiendo que muchos fines de semana, en especial ciertos puentes como el de Semana Santa o el de la Constitución, la capital no tenga ni una plaza libre. Pero esta situación se va a agravar con el cierre del Parador de San Marcos. "Son cerca de 200 camas que no se van a llenar, y son clientes que no van a venir a León", apunta Miguélez, que advierte por tanto de la oportunidad perdida para la apertura de nuevos establecimientos que cubran este "déficit" que se va a generar en las próximas fechas.

Pero la verdadera ocasión para abrir un nuevo hotel que pueda ser rentable se justifica con la construcción del Palacio de Congresos. Según expone el presidente de la Unión Hotelera, si esta nueva infraestructura se potencia de forma conveniente por parte del Ayuntamiento de León, las posibilidades son muy amplias, de ahí que se podría generar mucha actividad y sería necesario la construcción de un nuevo complejo, algo que en un principio se había barajado junto a la propia Azucarera. "Es imprescindible que se trabaje en esta línea, porque sería rentable si funciona, y si está junto al Palacio de Congresos estaría cerca de todo, de las estaciones y del centro nada más cruzar el río", apunta.

Miguélez recuerda que el cliente que acude a los congresos es de "un nivel económico alto", puesto que "o viene invitado o puede permitirse comprar productos de León, coger taxis, ir a museos, a restaurantes y a bares", añade el responsable de la Unión Hotelera.