Desesperación minera

La minería leonesa sigue esperando una solución. Desterrar al ministro Soria no ha servido para curar la rabia, el sector continúa agonizando en medio de un sinfín de compromisos excesivamente generalistas que no acaban de concretarse y de buenas palabras que ya no sirven a los sindicatos. En un nuevo intento por conseguir la atención del recién conformado Gobierno, los representantes sindicales se desplazaron hasta Madrid, donde no fueron recibidos por quienes ellos esperaban, así que procedieron a llegar donde pretendían mediante misivas en las que ofrecer, una vez más, su colaboración para poner remedio a un problema que lleva años asfixiando a uno de los sectores claves de la provincia leonesa, la minería. Acompañaban su disposición con una serie de propuestas, pero la respuesta, a una y otra cosa, ha sido vaga, según consideran los sindicatos, que vuelven a desconfiar de que exista un verdadero interés por resolver el problema del carbón autóctono y el de tantas familias que subyace detrás. Son muchos años de crisis de la minería, una crisis que se ha llevado ya por delante miles de empleos, de empresas y hasta de pueblos leoneses. Quizá sea hora de comenzar a hablar claro y explicar si se va a dar la estocada final al sector o si, por el contrario, las buenas intenciones se van a transformar por fin en buenos actos.