De ligoteo

Ayer mientras perdía un poco el tiempo cotilleando un poco en Facebook me saltó una noticia de hace tiempo sobre cómo ligar con un leonés. Al principio pasé del tema, básicamente porque ya estoy un poco oxidada en esos temas del ligoteo, pero al final caí en la tentación y me puse a leerlo. He de decir que ponía cosas ingeniosas y que a todos, como buenos leoneses, nos han pasado alguna vez. El mítico debate entre: ¿Cuál es mejor, la morcilla de Burgos o la de León? Extensible, como no, a la misma comparativa entre las catedrales… A un leonés que te quieres ligar nunca le puedes hacer esa afrenta porque se sentirá profundamente herido. Y perderás muchos puntos. Pero fuera del artículo, que estaba gracioso, aquí va mi manual de cómo ligar con una leonesa. Puede que no sea del todo objetivo ni sirva para todas las leonesas de nuestra tierra, pero seguro que muchas coincidimos en algunos puntos. Por favor, ya sabemos que somos más secas que la mojama, que nos cuesta reírnos y que no tenemos el mismo salero que las del sur. Lo sabemos, por eso no hace falta que nos lo repitáis a cada minuto. Y sí, somos del norte y nos encanta. ¿Te cuesta más hablarnos y caernos en gracia? La vida es dura. Por eso a veces agradecemos chicos originales, que no te vengan con el típico: «¿Hola cómo te llamas? ¿Eres de aquí? ¿Dónde se va luego?». Sabes que soy de aquí por cómo te he mirado y también sabes que si ya vienes con esa actitud no voy a ir contigo ‘luego’ a ninguna parte. También están los típicos que directamente ni te hablan, simplemente te dan pequeños toquecitos en la espalda. ¿Hola? ¿Qué pretendéis conseguir con eso? De verdad, me gustaría saber el porcentaje de chicas a las que hacéis esto que se da la vuelta para saludaros con una gran sonrisa. ¿El mejor truco? Se amable, dirígete de buen rollo pero sin demasiadas confianzas. Necesitamos nuestro espacio vital. Haznos algún comentario gracioso, pero nunca sobre nuestro carácter rancio. Dinos lo que te gusta León, su catedral y sus tapas, pero no lo que te gustamos las leonesas. Demasiado fácil. Y simplemente deja que fluya. Si te seguimos el rollo, lo habrás conseguido. Si no, no seas resentido y nos recuerdes de nuevo lo sosas que somos. Cúrratelo un poco más porque quién nos gana, nos gana de verdad. ¡Ale, a ponerlo en práctica! Que este finde es Carnaval.