De la raza que llaman "los imprescindibles"

Hay una frase que se le atribuye a Bertold Brecht, y suya será, que se aplica en numerosas ocasiones a algunas personas y no siempre la merecen. La frase, la imagináis, es aquella de «hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles».

Por eso, por tirar de ella con cierta alegría, no sé cómo se hace para decir que «esta vez es verdad», que hay alguien que «sí ha hecho honor a ella, que sí la merece». Os aseguro que el hombre que este miércoles falleció en Madrid, donde luchó contra su tremenda enfermedad, sí la merecía. Es más, parecía hecha para él, para Mario Osorio, el que fue desde su fundación Presidente de la Asociación Pozo Grajero y desde hace unas semanas era su Presidente de Honor.

Puedes no compartir sus ideales o sus batallas, pero no le podrán negar jamás que Osorio fue de la raza de los imprescindibles.

Nunca ceñía Osorio su luchaa su circunstancian personal, decía que "se lo debemos a nuestros padres y abuelos" Quienes sabían de su lucha se temieron lo peor cuando en la última reunión de la Asociación cambió la Junta directiva y él, su presidente, no estaba presente. Se hizo cargo de la misma Santi Ordóñez y el veterano luchador pasó a ser aquello que tan poco le gustaba, Presidente de Honor. Era Ordóñez quien este miércoles lamentaba su desaparición:«Hoy ha muerto un militante, un amigo, un hombre irremplazable. Ha muerto Mario Osorio. Salud camarada, hasta siempre. ¡Viva la República!».

Mario Osorio presidía desde sus inicios la Asociación Pozo Grajero, de Lario, donde está la sima a la que fueron arrojados numerosos republicanos antes fusilados. Por ello, su reunión anual se convertía en un homenaje a todos los represaliados. Pero la lucha de Osorio no se ceñía a esta Agrupación que presidía, era un habitual de la gran mayoría de los frentes ‘republicanos’. En su facebook se puede ver como todavía en el mes de marzo participaba de manera activa en la creación en el Parlamento de una Comisión que investigue loscrímenes del franquismo, antes en la reforma de la ley electoral o en la petición de la retirada de una página en la que se exhibe maltrato animal.

No le gustaba a Mario Osorio personalizar sus batallas, llevarlas a su terreno personal o su propia biografía. Recuerdo lo que siempre me repetía:«Tu que hablas y escribes de mucha gente mayor sabes que estas batallas en las que me embarco es algo que se lo debemos a ellos, a los viejos luchadores que, en muchos casos, murieron todavía bajo el yugo de una dictadura. Se lo debemos a nuestros padres y abuelos, por eso no voy a bajar los brazos».

Y no los bajó. Todavía no hace mucho que seguía en sus frentes, hasta que ya no pudo más.

No lo dudes, era de esa raza que llaman de los imprescindibles.