Nos hemos empeñado en no verlos, nos hemos empeñado en no escucharlos, nos hemos empeñado en crear guetos para jóvenes y guapos, nos hemos empeñado en enchufar la imaginación a un cargador, nos hemos empeñado en no cogerles la mano para que nos transmitan la dignidad de lo que ellos han hecho, nos hemos empeñado en llevar cascos cuando cuentan sus historias, nos hemos empeñado en dejarles un rincón para que vean la televisión al biés, pero mejor que no hablen, no vayan a interrumpir a Marhuenda, nos hemos empeñado en creer que no saben, nos hemos empeñado en pensar que ¿en qué mundo vivirán para mirar en Google lo que nos cuentan?, nos hemos empeñado en creer que no existen porque no están en los anuncios, nos hemos empeñado en pensar que no tenemos pasado, que nosotros venimos de una serie de ciencia ficción y la leche de la estantería de El Corte Inglés o sus cuates, nos hemos empeñado en creer que sólo son necesarios cuando no alcanza el sueldo para llegar a fin de mes, nos hemos empeñado en arrinconarlos en las boleras de los barrios para que hablen de sus cosas sin dar demasiada guerra, nos hemos empeñado en acabar con aquellos concejos en los que ellos tenían un lugar destacado porque eran los sabios de la tribu, nos hemos empeñado...
Yhemos acertado. Ahora escuchamos tres horas al día a Belén Esteban.
Lo de «y así nos va»lo has pensado tú, yo no dije nada.
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