Corro de Renedo de Valderaduey: 'La justicia viajaba en el último vagón'

El último corro del maratón trajo la esperada y justa primera victoria de ‘Gasi’, junto a ‘El Guerrerín’, Clemente y ‘El Guanche’

Fulgencio Fernández
18/08/2016
 Actualizado a 16/09/2019
Guillermo González, Busi, siempre deja buenos momentos de lucha aunque aún no pueda, por ahora, con rivales como Ibán ‘El Guerrerín’. | MAURICIO PEÑA
Guillermo González, Busi, siempre deja buenos momentos de lucha aunque aún no pueda, por ahora, con rivales como Ibán ‘El Guerrerín’. | MAURICIO PEÑA
Parte resumen del maratón de agosto: «Somos 40, sobrevivimos, ningún ahogado, algunos respiran mal...».

Parte del último corro del los seis seguidos desde el viernes, ayer en Renedo de Valderaduey: «La justicia viajaba en el último vagón» y así fue como ganó su primer corro de esta temporada Adrián García, Gasi de Marne, uno de los tipos más queridos del circuito, por noble, entrañable y, no lo olvidemos, de los que más bonito lucha. A veces hasta más allá de la razón por lo que se le atribuye un invento, el de «la más bella forma de morir luchando»; es decir, volviendo a sacar a vueltas a gente como Moisés que son un peligro cuando los posa. Pero él es así. Como es el padre del ‘Síndrome de Valduvieco’, el pueblo de su abuela, por el que mantiene que si se va a la fiesta pues se va. Y se celebra. Y si hay que prescindir de algo… pues de la gaseosa, que la fabrica la familia.

Y ayer el entrañable Gasi...osero ganó su primer corro del año. Cierto que Moisés cumplió su palabra y no acudió, bienvenido si así propició un momento esperado con ese «no esta padre en casa, aprovecha», que decía El Guerrero cuando no acudía Héctor.

Fue pasando rondas Adrián con solvencia, pero la final es la ‘metáfora’ perfecta de lo que es Gasi y lo que fue ayer el corro. Tenía enfrente a Víctor Llamazares, que no es cualquier cosa, cinco ligas le adornan, que estaba ante la posibilidad de empatar en el liderato con Moisés, de sumar otro corro y que venía luchando con solvencia, en combates duros como la previa con Samuel o la semifinal con el rocoso Diego Arce. YGasi resolvió la final en unos segundos que pagan un corro, primero sacó a vueltas a Víctor y después le hizo un precioso voleo que se le fue de las manos y se mancó él al caer, pero ya había ganado el corro. Víctor le esperó para levantarlo, el público le regaló una ovación, merece la pena esperar por su cara de felicidad y su escueto comentario:«Ya era hora». No le falta razón.

Yel bueno de Antonio, que es de los últimos que cree en la bondad humana abunda:«Yo creo que no le pareció mal ni a Víctor Llamazares». Igual hasta tiene razón. Es Gasi, que iba escuchando al pasar:«¡Qué alegría!».

Marchaba feliz el chaval, con un jamón añadido que le iba a llevar a su padre:«Por un día no me echara la bronca».

Contrasta este clima de medios con el que se acababa de vivir en ligeros. Santi ha tensado la cuerda, aprieta el cinto como tiene fama de hacer y los agarres se hacen eternos, incluso crecen las protestas de sus rivales, que piden a los árbitros mediación. Ala habitual espera de Ibán para ponerse faja si le toca El Míster se sumó ayer Mario, que después de luchar con él le pedía explicaciones a un árbitro, Gerardo González, y después iba a decírselo al propio luchador:«Que no es así Santi, que no».

El de Cistierna ni se inmutó:«Aquí apretamos todos, pero unos se quejan y otros nos callamos la boca.

Yla cosa sigue. Junto a cosas muy bellas, como dos cadriladas de libro de Busi a Adri ‘El Junquín’ o una dedilla del propio Santi a Mario llegamos a una final clásica:Santi-Ibán. Luchan el agarre tanto como el combate, tensión en los cintos y todavía está más fuerte Ibán, que supo llevar el agua a su molino y sumar una victoria más.

Semipesados, con solo 5 luchadores (ni Sansón, ni Rodri...) se convirtió en la espera del Clemente-Tomasuco. Llegó en semifinales y ayer no hubo color. »Aperro viejo no hay cus cus» y El Junco de Tendal tuvo muy claro lo que le quería hacer al chaval:Una caída rápida y buscar el cuerpo a cuerpo para desestabilizarlo. Yle salió tan y como lo planeo.

En la final le esperaba un nombre que dice mucho:Miguel Díez, de Campohermoso. El hijo de Miguel, el nieto de Miguel... luchadores. Ya había sorprendido el chaval, de impresionante planta, ganando un día a Rodri, y ayer dibujó unas cadriladas ante Novoa que llevaban la firma de la familia. Pero la final con Clemente ya eran palabras mayores. Ylo fueron. Además Clemente parecía tener prisa ayer:«Está luchando como cuando tenía que coger el avión para Barcelona».

‘El Guanche’ acabó un combate


Lo de pesados casi lo sabéis. La superioridad de Ledesma El Guanche hace que el foco no se ponga en la victoria, segura, sino en las anécdotas. Por ejemplo, ayer Jesús Quiñones, que está en su mejor temporada, ‘celebraba’ que «he sido el primero que le aguanté todo el combate pues se acabó el tiempo y sólo me dio dos medias».
La otra anécdota fue el empate entre El Tigre y Aitor que parecía para el de Santo Domingo y no lo fue... no pasó nada.

Tampoco en la final entre El Guanche y El Oso, Eduardo no encuentra cómo lucharle y los aficionados ya le aplauden hasta los gritos de intento.

Parte final:«40 sobreviven, algunos respiran mal... lucharon con Santi».

«Si esperaran las liebres» María habría ganado con Moralina, Luzma y Mónica


De nuevo abrió la tarde la lucha femenina, con solo tres luchadoras en ligeros pero con la presencia de la histórica del peso, Miriam Marcos, que a las primeras de cambio debió medirse con la líder, Noelia Morala. Ganó Miriam, con solvencia y anécdota, pues las dos están en el Ejército y Miriam es cabo. «Yo no me salto el escalafón, le pregunto ¿me puedo agarrar mi cabo?, ¿aprieto el cinto mi cabo?», bromeaba Moralina sobre su derrota.

No fue por eso, pero Miriam ganó y tampoco tuvo mayores problemas en la final con Laurina Fierro, que no le pidió permiso pero obtuvo el mismo resultado, corro para ‘mi cabo’, ‘La niña con calle’ de Montejos.

El medios de la igualdad el correturnos de las campoeonas nos llevó a Luzma, la joven y valiente luchadora del Condado que estuvo intratable con sus dos rivales, Patricia Astorga y Nerea Lorenzo, en la final, no recibiendo ni media caída en el corro.

Y pesados volvió a ser una final cantada entre Mónica Matía y María Rubiera. Ayer María estuvo mucho más combativa y valiente, hasta tuvo vencida a Matía en una caída pero se quedó esperando y la palentina le dio la vuelta a las mañas. Esto ya lo contaron los de Tarna en una canción: «Si esperaran las liebres».
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