Corro de Las Manzanedas: Triplete de ‘La Fabricona’ y gritos de dolor

Todo marchaba bien. Buena tarde, entrada de las de antes, buen ambiente y un corro al que los luchadores le tienen fe pues pasan cosas. Aitor el de Lillo ganó aquí su primer corro «un día que había estado toda la mañana a las suertes de la leña»; Clemente ganó su primer corro en pesados, en el 2008;también Tomasuco le tiene fe pues ganó en 2014 (el segundo de su carrera) y en 2015, en medios; Bulnes ganó su primer corro en pesados, también Likete ganó aquí y se viene arriba:«No recuerdo en qué año fue (en 2011) pues he ganado tantos que no los puedo llevar en la cabeza».

Yse desarrolló la tarde para que también este 2016 fuera recordado pues en las tres primeras categorías vencieron tres chavales de Cistierna:Santi El Míster, Moisés La Roca y Rodri La Perla.

Santi vio que no estaba Ibán y fue al grano, muy suyo, muy de viejo zorro de sonrisa al biés. Resolvió con oficio ante Albertín y en cuartos con Javi Oblanca sabía que llevaba el momento complicado, no bastaba ser viejo zorro pues su rival de eso también sabe mucho. Buscó una entera, la dio y supo después aguantar las tarascadas de un Javi que lo intentó hasta quedarse sin un gramo de fuerza, hasta empatar, pero Santi dio la primera y pasaba ronda.

Un Jesús Martínez, de La Braña, que le arrancó una entera y Filín fueron los escollos, pero el de Felechas llegó sin gasolina después de una semifinal con Mario del Blanco terrible. Dos en el mismo fin de semana para El Míster, primera de la tarde para La Fabricona.

En medios no estaba Víctor y Moisés está empeñado en que no haya debate. No deja ninguna vía de aguas en su roca y ayer menos. Sólo Diego Arce en la primera ronda le dio una caída. Fue significativo el gesto de Marqui cuando preguntó quién le tocaba en la semifinal y le señalaron a Moisés. Sonrió, dijo bufff y cumplió el trámite intentándolo, que el intento no está penado.

Moisés le guiña el ojo cómplice al llegar a la silla a su rival en la final, Gasi. Se agarran y el gaseosero lo intenta, una vez más, nada más que pitan. Le saca a vueltas, le busca y al posarlo le da un golpe de cadera que lo mata. En la sonrisa de la caída iba la rendición, ya casi no lo intentó. Segundo de la tarde para La Fabricona.
Y llegó semis. Tomasuco le tiene fe, ganó dos veces. Clemente ha hecho gestas. Rodri sabe que algún tendrá que tener uno de esos corros de «una para aquí, otra para allí, todos para casa».

Eran las siete. Se hace el silencio. Ha caído Miguel el de Campohermoso y Getino ha escuchado la fractura. Llama al médico cuando queda tendido entre gritos de dolor. Sale su padre, el ilustre Miguel, tranquilo, le acaricia. Su madre se tapa los ojos. Fractura. Silencio. La luz de la ambulancia que se va... cuando en el corro, que sigue, Clemente, que luchaba con Tomasuco, se va a poner en pie tras una caída y no puede. Se tambalea. Le falla la cadera. Cinco minutos terribles. Tomasuco no se separa de él. Le mira. Le habla. Le saca en brazos.Se retira El Junco.

La lucha sigue, con en silencio en la grada, y hay una final de lujo en el centro:Tomasuco, ejemplar en su comportamiento con Clemente, y Rodri, el imprevisible. Arranca con una media de Tomás en pocos segundos pero aparece el Rodri al que sí se le puede llamar La Perla;una cadrilada suya en 11 segundos más y otras dos medias de buen luchar mandan al de Cistierna al cajón más alto donde ya están Santi y Moisés. Tercera de la tarde para La Fabricona. YHéctor de Castro en casa. Le pitarán los oídos pues se habla de él, hasta hay quien le pone a ganar corros.