Cerredo, seis meses 'a oscuras'

Asfixiada por las deudas, la Compañía Minera Astur Leonesa hace tiempo que empezó a desatender sus pagos. Unos seis meses atrás su principal explotación, el pozo de Cerredo, se quedó a oscuras. Literalmente. Primero llegaron las advertencias y después el corte de suministro, que Distribuidora Eléctrica del Sil (Desil) interrumpió en el mes de agosto. Desde entonces, apenas una decena de operarios mantienen su actividad, encargados básicamente del achicado del agua que amenaza con inundar las instalaciones. El resto de la plantilla –integrada por alrededor de 200 trabajadores tras las últimas prejubilaciones, firmadas en el mes de diciembre– permanecen a la espera. No habrá trabajo para todos, pero se estima que sí para un 60 por ciento de ellos, que confían en poder reincorporarse en cuanto se abone la deuda de la luz y se pueda volver al tajo. Lo que impide que esto haya ocurrido ya es, en principio, un auto del juzgado que dé el visto bueno para preparar este nuevo arranque.

Desde el Comité muestran cautela. "No es prudente hablar de fechas", dicen. "Se han dado plazos que no se han podido cumplir y de lo que se dice nos fiamos ya lo justo".

Además, advierten de que cuantos más meses se retrase todo, más difícil será volver a empezar, a lo que se suma que a muchos de los mineros incluidos en el ERE les queda ya poco tiempo de paro. "A algunos les queda sólo un mes de prestaciones", inciden. Por lo que esta espera podría derivar en drama. Más todavía.
Sin fechas concretas

La empresa adeuda a los trabajadores cinco nóminas, las extras de verano y Navidad y a algunos los pagos por desplazamientoTampoco les falta razón en cuanto a ser comedidos a la hora de dar fechas. A finales de enero se anunció que el día 1 de este mes se procedería a restablecer el suministro eléctrico y que aproximadamente una semana después se podrían iniciar las labores de reconocimiento. A las que seguiría, unos siete días más tarde, la extracción de carbón siempre y cuando no se detectara algún problema que obligara a dilatar más los tiempos.

Nada de esto ha ocurrido todavía. No se ha dado el primer paso y menos los siguientes. El pozo de Cerredo continúa ‘a oscuras’ y los trabajadores sin empleo. El 3 de enero se presentó un concurso voluntario de acreedores después de la imposibilidad de renegociar las deudas en los tres meses previos. El objetivo de Astur Leonesa se centró en evitar que la cantidad adeudada siguiera creciendo y en tratar de salir adelante apostando por reactivar el pozo de Cerredo.

Entre los impagos que acumula la compañía se encuentran cinco nóminas a sus trabajadores –las de los meses de julio, septiembre, octubre, noviembre y diciembre–, las extras de verano y Navidad y a algunos de ellos, los que residen fuera y tienen que viajar por sus propios medios para ir a trabajar, los pagos por desplazamientos, que ya les han sido reconocidos. Un conjunto al que no se atreven a poner una cifra aproximada. "Es muchísimo dinero", resumen desde el Comité rechazando entrar en más detalle.

Difícil situación la de los trabajadores de esta empresa, que aseguran que aunque puedan volver a trabajar –al menos una parte de ellos– y aunque finalmente vean saldadas sus deudas –poniéndose en el mejor de los casos–, seguirán todavía teniendo frente a ellos el verdadero problema, el que ha sumido en una grave crisis al sector minero en los últimos años, que es la falta de ventas.

Si no se da salida al carbón, si no se quema por parte de las centrales térmicas, saben que no será necesario sacar más producciones, por lo que cualquier esperanza de volver se quedaría finalmente en nada.