Canedo abre la Navidad haciendo del botillo su Castaña de Oro 2016

Cerca de doscientas personas asistieron ayer noche al encendido del árbol construido con 1.500 botellas de Xamprada

L.N.C.
03/12/2016
 Actualizado a 18/09/2019
José Luis Prada, con los premiados a la Castaña de Oro 2016. | PRADA A TOPE
José Luis Prada, con los premiados a la Castaña de Oro 2016. | PRADA A TOPE
Cerca de doscientas personas asistieron ayer al inicio de la Navidad en El Bierzo con el encendido del alumbrado navideño del Palacio de Canedo.

Este año el encargado de darle al botón de encendido y darle color al árbol de Navidad construido con 1.500 botellas de Xamprada fue el presidente del Consejo Regulador de la Indicación Geográfica del Bierzo, Óscar Ramos, en nombre de los nueve empresarios cárnicos que conforman esta marca de calidad que recibió el más alto galardón de la Fundación Prada a Tope, la Castaña de Oro.

En el acto de entrega, Flor Bonet, de la Fundación, hizo un recorrido por la historia del embutido rey del Bierzo, que partiendo de ser el hermano «pobre y feo» en origen ahora es el preferido de las grandes mesas en la comarca y fuera de ella, siendo el estandarte de la gastronomía y argumento para «vender» el Bierzo de calidad, tanto en lo gastronómico como en lo turístico.

El Jurado valoró que el botillo es un ejemplo de iniciativa empresarial endógena y un hito de la cultura y la tradición de la comarca, y que en estos últimos veinte años gracias al Consejo Regulador, los bercianos nos sentimos más orgullosos de ese plato y del Bierzo en general.

Entre los asistentes estuvieron representantes de las empresas que forman parte del organismo, Embutidos Bierzo de Cueto, El Abuelo Manuel, Pajariel, Santa Cruz, La Encina, Julio, Juan Fernández, La Chacinera de Laciana y Frimols, a los que se hace extensivo el reconocimiento.

Óscar Ramos destacó en su discurso el trabajo de todos los que han pasado por el Consejo, señalando a su primer presidente Luis González, también presente, y a otras personas de la política que apostaron sin dudar por conseguir la marca de calidad como Manuel Álvarez, José Valín o Raúl Valcarce, «todos han contribuido a que el botillo sea hoy más conocido».

Prada, por su parte, reivindicó que las empresas del Bierzo tienen que trabajar unidas para seguir creciendo fuera,  «y no entrar en competencias baratas, creyendo nosotros mismos en lo nuestro cuando es bueno y único y tratando bien a los que nos visitan porque si no encuentran el producto tan bueno del que le han hablado, tanto turístico como gastronómico o cultural, no volverán».
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