Calendario sobarribano

El Calendario de la Agricultura y la Construcción San Jorge, que edita el arquitecto Paco Alonso, es un impagable compendio de consejos prácticos para todas las labores agrícolas, así como la mejor forma y tiempo de abordar la construcción. Un Zaragozano hecho en La Sobarriba

Fulgencio Fernández
02/01/2017
 Actualizado a 19/09/2019
La observación de las costumbres a la hora de realizar las faenas, construir puentes, etc., fue fundamental para Francisco Alonso al hacer su calendario.
La observación de las costumbres a la hora de realizar las faenas, construir puentes, etc., fue fundamental para Francisco Alonso al hacer su calendario.
Hay quien busca en la mañana del primer día de enero (o el segundo, tercero...) algo qué hacer, cómo matar esas mañanas de resacas diversas. Pero, ¿qué?

Aquellos que viven en el pueblo o han regresado a él lamentan que nada se puede hacer. No es cierto. Muchas cosasa no, pero algunas sí;por ejemplo, los 10 primeros días de enero son propicios para "limpiar la vegetación adventicia o plantas y raíces no deseadas;y sembrar algún semillero temprano". Incluso se explica a mayores esta escasa actividad con algunos refranes que lo ilustran: "Enero y febrero comen más que Madrid y Toledo" o "lo que va de enero, pierde el ajero".

¿Quién lo dice? Pues es calendario San Jorge de la Agricultura y la Construcción que cada año por estas fechas (desde 2007) nos regala el arquitecto leonés Paco Alonso, especialista en bioconstrucción. Un ramillete de consejos prácticos que "por similitud" (aunque es bastante diferente) muchos llaman El Zaragozano de León y, dado que Alonso vive en la Sobarriba, otros le llaman El Calendario Sobarribano.

La realidad es que se trata de una suma de "saberes populares y profesionales»que Paco Alonso ha ido acumulando a lo largo de su vida profesional, dedicada a la bioconstrucción. Una doble vertiente que deja clara ya en los reconocimientos iniciales:«A las buenas gentes de la ruralidad , que sabiendo ejercer sus oficios, son portadoras y trasmisoras de la tradición celosamente guardada en el ‘arca’ y siguen atentos a los días de escucha. A mis padres y abuelos, agricultores que sembraron hasta su madurez a la hoja y a la contrahoja (a la oxa y a la contraoxa), considerando sabiamente la ofrenda a esta constelación. La enseñanza de su experiencia es tradicióntransmitida para elaborar este calendario;pero también a los impulsores de las nuevas agriculturas como la biodinámica , permacultura ,orgánica , ecológica, regenerativa y otras experiencias que aún individuales , colaboran al presente agrícola con futuro...".

Las primeras lineas, en las que se habla de las labores propias de estos días de enero, están sacadas de los consejos de este primer mes. Acada mes del año le dedica Alonso especial atención, desgranando por días las faenas que se pueden llevar a cabo, cuándo y también las que no son recomendables;así en enero, por ejemplo, explica que los días 16 y 17 son "días alterados" en los que conviene "evitar los laboreos".

Y desgranando los meses vamos encontrando respuestas a tantas tradiciones antiguas de las que muchas veces se habla, como lo de talar la leña en menguante, enjertar... Así, sin salir de enero, afirma que son "buenos días de tala para leña el 18, 19 y 20" y son propicias de tala para madera el 15, el 16 y el 25;y el 15 y el 16 son propicios para limpiar los troncos de los frutales embarrados, ofreciendo la fórmula para esta limpieza:"Hay que embarrar el tronco con lechada de barro, boñiga, suero de leche o kefir; ajo, laurel y plantas antiparasitarias". Estos dos días (15 y 16)también son buenos para cortar madera para la construcción (no los únicos, en otros meses encontramos más) y para cortar mimbres para cestería.

En el citado enero encontramos otro consejo práctico, para podar:"No cortar nunca la yema terminal, para que el árbol no pierda nunca el sentido del crecimiento. Los cortes gordos se tapan con arcilla limpia amasada con ajo". Precisamente los ajos son los primeros que se pueden plantar, en el menguante de enero, los días 18, 19 y 20;de ahí el refrán del ajero.

Desgrana en cada mes del año los mejores días para talar la leña, sembrar, podar o tratar enfermedades  En definitiva, con la sucesión de los meses nos encontramos con las épocas prpopicias (y también las que debemos evitar)para todo tipo de siembras y faenas y un buen número de consejos prácticos sobre cómo llevarlos a cabo. Pero hay otros muchos apartados cargados de interés, como el dedicado a los preparados biológicos para combatir plagas y enfermedades.Ya se ha citado aquí el ajo, "del que se usan sus dientes.En infusión se utiliza contra las enfermedades criptogámicas y bacterianas como la taraona del fresal, los ácaros, los pulgones... Hay quepulverizar plantas y suelo 3 días seguidos a pleno sol. También se usa rascando los dientes del ajo al tronco enfermo o dañado. "

Pero hay muchos más, como la capuchina, la cebolla, la cola de caballo, el jabón liquido, lavanda o espliego, manzanilla, diente de león, nicotina o la ortiga, que es una de las que más utilidades tiene.

La otra mitad del calendario es de "la construcción". Ya se ha señalado la importancia de la tala la madera: "Los xilófagos, comedores de madera como la carcoma o las termitas, pueden roer la celulosa cuando está húmeda por encima de un 16% de humedad pero por debajo de este % tienen dificultades para con la membrana de celulosa, de las células de la madera. Las maderas cortadas en los menguantes de invierno, no alcanzan este porcentaje y así pueden evitarse tratamientos contra xilófagos, con elegir adecuadamente el momento de la corta".

Pero hay más, así señala que "la madera crece, tuerce y retuerce los días húmedos y reduce los térreos". Recomienda, por ejemplo, que "en menguante la tierra está menos cargada de humedad, por lo que su textura ligera y suelta es más manejable para zanjas y pozos"; "para las cubiertas, tanto de hormigón o madera y a fin de evitar mohos, musgos, verdines, evitar días Agua y elegir preferiblemente menguante".

Son solamente algunos ejemplos, el Calendario San Jorge de Paco Alonso es muchísimo más, un pozo de saberes.
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