Con la intención de darle «el apellido que se merece» al hayedo de Busmayor, Pharmadus Botanical Experience, liderada por Beatriz Escudero, ha propuesto llevar a ese lugar berciano la mesa «más bonita del mundo», explica la consejera delegada de Pharmadus. Es un proyecto gestado al lado de la empresa Bierzo Natura y el Ayuntamiento de Barjas que pretende abrir las puerta a esa mesa este domingo con una ruta guiada en la que se sacarán imágenes que después se trasladarán a los medios especializados a nivel internacional para «hacer que cada vez más gente conozca este lugar». Desde Bierzo Natura, su gerente, Daniel Velasco reconoce que es un espacio «muy desconocido». Su empresa realiza multitud de recorridos en la zona y reconoce que falta esa promoción en la que ahora quieren profundizar «porque es una forma de generar riqueza y conquistar población», justifica Escudero.
El hayedo es «un laboratorio botánico para nosotros», dice la consejera de Pharmadus, pero también un espectáculo de colores otoñales para la comarca, por eso «allí se sacan las fotografías más bonitas del mundo y estará la mesa más bonita del mundo». Un pequeño rincón de madera con dos bancos para escuchar la cascada que pasa al lado del recorrido y pararse del todo es lo que verán 35 caminantes este domingo, guiados por Bierzo Natura por un trayecto de seis kilómetros, en el que se recrearán en cada rincón «y en muchas sorpresas», presenta Velasco, que comenzará a las 9:00 horas y acabará con una comida en el pueblo.
El hayedo acaba de mejorar su cara con una inversión, recogida en los Planes de Empleo de la Junta de un total de 6.000 euros con los que se ha costeado el trabajo de ocho operarios y los materiales –que ha puesto el propio consistorio-. Falta la inversión en la mejora de la carretera de Barjas a Busmayor, presupuestada en 310.000 euros y «que no sabemos por qué no se ha hecho», se queja el regidor de la localidad, Alfredo De Arriba. No son las únicas carencias en un hayedo que hace cuatro años se señalizó y que este año ha crecido en tres kilómetros y tres pasarelas para poder pasar sobre el río sin dificultades. También se ha reparado la señalización y se ha desbrozado el trazado.
Falta un aparcamiento y un bar
Cuatro mil personas pasan por el hayedo anualmente, una cifra que se espera dejar pequeña con este proyecto.Pero, De Arriba se queja de la situación vial que vive Busmayor cuando se acumulan muchos coches «tenemos fines de semana que son un caos absoluto, porque la gente no puede ni bajar ni subir».Reconoce que falta una zona de aparcamiento y apunta que está estudiando comprar una finca a la entrada del pueblo para habilitarla como aparcamientos o incluso solicitar la contratación de alguna persona que guíe a las visitas de forma ordenada para paliar problemas. También falta un bar desde el que poder confraternizar y una regulación o concienciación del caminante «para que no se lleve acebos o hayucos como está haciendo ahora», se queja el alcalde.
Un marchamo que conseguir
El primer paso para dar vida a esa mesa «más bonita del mundo» es darla a conocer, pero después sus promotores quieren aprovechar ese «punto diferencial» para convertir el marchamo en real «es la gente que venga la que se lo va a dar», dice Escudero. 