Bidasoa 28 - Abanca Ademar 31: '46 minutos a remolque y un tremendo arreón final'

El equipo leonés logra un sufrido triunfo ante el conjunto vasco tras rehacerse de un mal inicio y con Juanín y Costoya decisivos en la segunda mitad

Jesús Coca Aguilera
18/02/2017
 Actualizado a 04/09/2019
Lancina se cuela entre Jaime Fernández y Leo Santos, y ante la mirada de Juanjo y Leo, para lanzar. | F. DE LA HERA (DIARIO VASCO)
Lancina se cuela entre Jaime Fernández y Leo Santos, y ante la mirada de Juanjo y Leo, para lanzar. | F. DE LA HERA (DIARIO VASCO)
Siempre se dice en el tenis que, tras hacer un break, lo más complicado es confirmarlo en el juego siguiente. Pero ese principio también se puede llevar a otros deportes. Y es que, después de una gran sorpresa, muchas veces llega el palo en el partido siguiente, a priori mucho más asequible.

Y este sábado, durante muchos minutos, parecía que tras la gloria iba a llegar el traspié para el Abanca Ademar. Durante 46 minutos fueron por detrás de un gran Bidasoa en el marcador los leoneses, víctimas de un pésimo inicio e incapaces de completar la remontada cada vez que empataban el tanteador.

Sin embargo en un gran arreón final, con la defensa funcionando, Biosca parando y Costoya y Juanín al estelar nivel que tuvieron durante toda la segunda mitad, la escuadra ademarista acabó logrando un sufrido triunfo (28-31) que le confirma en esa segunda posición y abre a tres la renta con el Naturhouse tras la lógica derrota de los riojanos en el Palau Blaugrana.

El Ademar tardó 6 minutos en marcar y se vio 4-0 de salida en el marcador, pero reaccionó y puso rápido las tablas (6-6) Final feliz para un choque que había comenzado de la peor manera posible. Seis minutos tardaron los leoneses en abrir su tanteador, estrellándose una y otra vez contra el 6-0 vasco y viéndose en un visto y no visto cuatro goles abajo (4-0).

Pero el tiempo muerto de Rafa Guijosa frenó la sangría. Se puso las pilas el equipo atrás, aumentando notablemente la intensidad y tras el 5-1 con cuatro goles de Nonó (el máximo goleador del Bidasoa y que sólo marcaría otro tanto más en todo el partido), llegarían nueve minutos de sequía en los que los de Jacobo Cuétara no conseguían batir más que una vez a un sólido Cupara, aprovechándolo los leoneses para devolver pronto las tablas (6-6) al marcador.

Clave en ello fue la entrada en escena de Rodrigo Pérez, que daba otro aire al equipo y marcaba un par de tantos antes del descanso con sus penetraciones ‘marca de la casa’, y la de Leo Santos, para quien siempre es clave que le entre su primer zambombazo. El cambio de cara sirvió para apretar las cosas, pero el mando seguía siendo del Bidasoa con el Ademar haciendo la goma.

Bidasoa llegó 12-10 al descanso y Ademar, tras  intercambiar goles del 15-15 al 21-21, se puso en el 46’ por primera vez arribaLastraban las numerosas pérdidas de balón a los leoneses, que veía cómo piezas clave como los a posteriori héroes del triunfo Costoya y Juanín, o Simonet, estaban muy desacertados, y a la segunda línea apenas le llegaban balones en buenas condiciones.

De este modo, pese a los buenos porcentajes de Cupara en portería, Bidasoa se iba al descanso con los dos goles de renta (12-10) que ya había vuelto a tener con el 8-6 oel 11-9.

El inicio de la segunda mitad se antojaba clave y ahí apareció la magia de Alejandro Costoya. El internacional se echó el equipo a sus espaldas, marcó con tres trallazos los tres primeros tantos leoneses de la segunda mitad, y provocó el tiempo muerto de Jacobo con 14-13 transcurridos sólo dos minutos y medio de juego.

En realidad el asturiano, que se había ido de vacío al descanso, sólo metió un gol más, pero dio un recital de asistencias decisivas que acabó siendo fundamental en una victoria que, por momentos, costaba vislumbrar. Porque aunque el Ademar llevaba constantemente las tablas, siempre llegaba el error en el momento de voltearlas.

Mario volvió a estar perfecto en el tiro con 5 de 5 y Guijosa ‘desterró’ de nuevo su política de rotación en el extremo Con 15-15, tras cinco goles ademaristas en los cinco primeros minutos de la segunda mitad tras marcar 10 en toda la primera, los leoneses sufrían una exclusión por mal cambio cuando atacaban. Con 17-17, eran los de Guijosa los que no aprovechaban una inferioridad de los locales. Y así se sucedían las igualdades, si bien el Bidasoa ya nunca mandó más de más de uno. A 18 (momento en el que se produjo la decisiva entrada en partido de Biosca), a 19, a 20, a 21...

Y por fin, tras 46 minutos y medio, el Ademar se ponía por primera vez por delante con un lanzamiento lejano de Vieyra. No se despegarían aún ahí, pero ya nunca más irían por detrás en el marcador. Así, el encuentro entraba a los últimos 11 minutos con empate (23-23) y la opción de sorpresa en el aire. Era el momento de la verdad y el Ademar supo jugarlo mejor. Con un penalti forzado por Rodrigo y convertido por Juanín, dos ‘paradones’ de Biosca y dos contraataques convertidos por un de nuevo muy eficaz Mario López (metió sus cinco tiros y jugó prácticamente todo el choque, lo que unido a que Jaime sólo estuvo los últimos 15 minutos de la primera parte en detrimento de Juanín, deja claro que al menos de momento Guijosa ha puesto fin a su política de ‘mitad de partido para cada uno’ en los extremos).

4 goles seguidos de Iago Muiña pusieron al Bidasoa a 1 (27-28) a falta de 2 minutos, pero decidió un tanto ‘de listo’ de Juanín  El parcial de 0-3 daba a los leoneses tres goles de renta (23-26), su máxima ventaja y con la que entrarían en los últimos cuatro minutos tras contrarrestar el ‘brazo’ de Vieyra el tanto de Odriozola y el único tanto de Simonet el de un Iago Muiña letal en una recta final en la que metió cuatro goles seguidos para hacer sufrir de nuevo a los leoneses. Porque dos tantos del lateral zurdo, unidos a dos errores en ataque de Costoya y Vieyra, colocaban al Bidasoa a uno (27-28) a dos para el final.

El siguiente ataque podía valer un partido. La defensa abierta con la que Bidasoa había vuelto al choque presionaba y no dejaba pensar a los leoneses. Y llegó la jugada más extraña y decisiva. Intenta tirar Vieyra, la toca un defensa y parece haber falta pero nadie señala nada, el balón queda muerto en seis metros, los defensores se quedan parados y aparece el ‘más listo de la clase’, Juanín, para hacer un gol que, tras la parada en la jugada siguiente de un Cupara que volvía a pista, y un tanto de Vieyra en la acción posterior, confirmaba la sufrida victoria de los leoneses.
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