Fueron compañeros de promoción (la del 1975-1980) y allí fraguaron esta amistad que les acabó convirtiendo en socios y, como ellos mismos reconocen, pocos habrá que puedan decir que más de treinta años después siguen trabajando juntos, codo con codo, bajo una misma sociedad.
Son un referente en asuntos bancarios, de seguros y laborales y abarcan todas las áreas del Derecho Ha sido su tesón y su trabajo el que les ha llevado a ser un referente en la abogacía, un esfuerzo que a día de hoy recuerdan con nostalgia y orgullo, pues como recuerda Castro, «este ha sido un despacho autodidacta, un despacho que se ha hecho a sí mismo». En aquella época los estudiantes de Derecho no tenían las posibilidades que tienen hoy de formarse mediante becas, másteres o prácticas, pero es que además «ninguno de los tres teníamos antecedentes familiares en la abogacía, nadie que te pudiera introducir, ayudar, aconsejar, asesorar... No, en ninguno de los tres casos había antecedentes en la profesión, veníamos de familias muy humildes y ahora tenemos que dar las gracias a nuestros padres por el esfuerzo hecho para darnos una formación y a todos los que nos ayudaron».
Abrieron el despacho, pero además, durante años tuvieron también un centro de enseñanza, el Ateneo Leonés, en el que hasta 1997 formaron a muchos compañeros que actualmente ejercen su profesión con alta competencia técnica. Y es que no escatiman en buenas palabras para sus colegas pues su forma de entender la profesión ha sido intentar vivir de ella a largo plazo, como queda demostrado que han hecho, siendo «honestos, respetuosos, humildes y leales con el cliente, con el trabajador, con el compañero».
Barrientos, Gorgojo y Castro fundaron este despacho en 1986 tras estudiar juntos la carrera En todo este tiempo han visto cómo ha evolucionado el sector con cambios tan trascedentales como la irrupción de las nuevas tecnologías, un camino que consideran fundamental, por el que han apostado y seguirán apostando, pero que creen que hay que tratar con tiento para compatibilizar la relación con el cliente, la seriedad y el rigor, con las nuevas tecnologías, pues el trato cercano y estrecho al cliente es algo que a día de hoy todavía no pueden hacer las máquinas. «Esa empatía con el cliente es lo que tenemos que hacer valer, lo demás nos lo va a dar la tecnología, por eso hay que buscar ese equilibrio», exponen.
Nuevos campos de trabajo
«Hemos evolucionado de un despacho que al principio se dedicó principalmente a tres materias: civil, administrativo y laboral; y con el tiempo nos hemos convertido en un despacho experto en derecho bancario (llevamos más de 20 años con Caixabank), de seguros (otros tantos con Mapfre), somos especialistas en derecho social y estamos dando salida a nuevas materias como es la protección de datos, el blanqueo de capitales... es decir, que además de crecer, nos hemos adaptado a los nuevos tiempos», explica Barrientos.BGyC Abogados desarrolla su actividad a nivel nacional, principalmente en Castilla y León, Asturias y Madrid. Están ubicados en la Plaza de las Cortes Leonesas y han logrado dar forma a un equipo multidisciplinar de profesionales altamente cualificados en el que destacan abogados especializados en todos los órdenes judiciales.
Pioneros en sectores como el tecnológico
Es uno de los despachos que se ha introducido en el sector farmacéutico y tecnológico como asesores jurídicos, sectores punteros a los que en León auguran un gran futuro y a los que están muy orgullosos de prestar sus servicios. A pesar de llevar más de 30 años dedicados al derecho procesalista siguen planteándose retos y abriendo nuevos caminos.BGyC Abogados es miembros de Legal Touch desde mayo de 2015, firma integradora de abogados y consultores de diferentes disciplinas, unidos por un compromiso común con la excelencia en la prestación de los servicios de asesoría, tanto en el ámbito nacional como internacional. Los profesionales identificados con el sello Legal Touch, prestan servicios en diversas ramas del derecho, defendiendo los intereses de sus clientes en supuestos contenciosos y en abogacía preventiva.
En su filosofía adquiere especial importancia el trato al cliente, lograr su fidelidad, pues es en conseguir mantener a los clientes donde creen que puede medirse el éxito de su trabajo.
En este mirada a los inicios del despacho recuerdan cómo cuando comenzaron estaban todavía ejerciendo «los abogados de toda la vida de León», dicen en alusión a José María Suárez, Luis Revenga, Adriano de Paz y tantos otros nombres. Hoy son ellos los que con su trabajo se han convertido en «los abogados de toda la vida de León».