Andrés Penabad: "Cogí el acordeón por cabezonería de mi madre"

Muchas veces es presentado como ‘el mejor acordeonista del mundo’ aunque él se asusta de la expresión. Este jueves estará en Ponferrada para presentar su videoclip ‘Bipolar’

Fulgencio Fernández
29/09/2016
 Actualizado a 17/09/2019
‘Bipolar’ es el videoclip que hoy presenta Andrés Penabad, en el que explica que quiere contar una historia, en este caso el sueño de un niño.
‘Bipolar’ es el videoclip que hoy presenta Andrés Penabad, en el que explica que quiere contar una historia, en este caso el sueño de un niño.
En Galicia es una personalidad y un orgullo para los gallegos. En tierra de gaitas un acordeonistas que fue a ganar concursos en la cuna, el País Vasco. Se acaban los elogios con él y este jueves regresa a Ponferrada, al Bierzo, donde actuó no hace mucho, en el Festival ‘Lagrimas de San Lorenzo’ de la pequeña localidad de Pumarín, donde fue la estrella.

– De nuevo en el Bierzo ¿Cómo puede un festival como el de Pumarín traer a alguien como Andrés Penabad?
– Porque me apatece a mí. Es un festival muy modesto, de presupuesto, pero hecho con mucho cariño y al que le ha cogido fe. Creo que hay que apostar por las cosas cuando lo necesitan, cuando empiezan, cuando esté consolidado no me necesitan para nada. Igual que en un momento de mi carrera apostó por mí Bieito Romero y fue muy especial yo quería apostar por Pumarín, agradecer el cariño y el trabajo de gente como Raquel y el grupo de Balboa.

– ¿El Bierzo, quinta provincia gallega?
– Yyo aquí me siento fenomenal, como en mi tierra.

– Vamos al principio. ¿Es cierto que no le gustaba la acordeón?
– Aver. Yo desde siempre tuve relación con la música tradicional, desde los nueve años tocaba la guitarra. Pero cuando tenía 15 años mi madre se apuntó a unas clases de acordeón, y yo le quería quitar la idea porque decía que «eso son cosas de viejos», no me veía con un acordeón. Pero empecé a verlo en casa y un día me llevó mi madre a una clase y salí convencido de que quería ser acordeonista. Fue como una revelación. Se puede decir que todo fue cabezonería de mi madre, bendita cabezonería.

– Y empezó a tocar.
– Si, en grupos de mi pueblo. Primero estuve en una orquesta y después en el grupo de folk pontés Muxarega,grabamos el disco ‘8 soños’. Fui miembro fundador de Os Feroces da Galgueira y he colaborado en diferentes proyectos con Avelaíña, así como con Ultracans, Pablo Díaz o Kepa Junkera, entre otros. Recorrimos todo Galicia, fue una buena escuela, conocí a gente interesante pero me rondaba la idea en la cabeza de hacer algo yo solo, algo mío, arriesgarme.

– Así llegó Crossing.
– Cierto, fue en 2013. Crossing nace del interés personal por hacer algo mío después de años en diversos grupos, era mi apuesta, los temas que tenía en mente desde hacía tiempo pues cuando estás en un grupo haces la música del grupo, y yo quería probarme.

– Y todo empieza a ir muy bien, ¿cuándo se da cuenta de que está iniciando una carrera que ha resultado casi meteórica?
– Hay cosas que me hacen mucha ilusión, como ganar un concurso en el País Vasco, que es como la cuna del acordeón. Ellos no me veían sin una gaita en la mano... También cuando te apoya gente como Bieito Romero, Kepa Junquera, Carlos Núñez o la gente de Luar na Lubre, nunca lo olvidaré.

– Y ahora ‘Bipolar’ ¿Qué hay en él que no hubiera en ‘Crossing’?

– Pues que es un trabajo más maduro; después de dos años viajando por todo Galicia,  de dar conciertos por España y salir al extranjero se puede decir que ya es mi trabajo, mi sonido, mi grupo.

– ¿Qué siente cuando ve escrito que es el mejor acordeonista del mundo?
– Uff. Es una exageración. De un lado habrá gente a la que no conocemos y también los hay mejores que yo. Es una verdadera exageración, lo que seguramente sí  soy es «el acordeonista más osado del mundo». La verdad es que me ha ido muy bien, no me puedo quejar, ahora se trata de mantenerse.

– ¿Y cuándo dice Bieito Romero que es el Jimi Hendrix de la acordeón?
– Lo agradezco mucho, pero ahí ya creo que le puede la pasión.

– Y, sin embargo, reconoce que la acordeón es un instrumento muy poco valorado.
– Ya te comentaba lo que le decía yo mismo a mi madre, que era «para viejos». Ahora mismo si le preguntas a un chaval que va a ir al Conservatorio qué instrumento quiere tocar te dirá la guitarra, percusión, el violín... pero el acordeón, casi ninguno.

– ¿A qué se debe?
– Afalta de información, a no concer el instrumento y las posibilidades que ofrece. Igual que te cuento lo que le decía a mi madre te recuerdo cómo me enganché a él, con locura.

– ¿Es un instrumento difícil?
– Cualquier instrumento que quieras tocar bien es difícil, te exige muchas horas y mucha entrega. Chapucear puede ser fácil, pero tocar bien es otra historia.

– ¿Ha tenido apoyos oficiales?
– Ninguno. Este país no mira por la cultura, por la enorme riqueza cultural que tiene. Yo para grabar tuve que romper mi hucha y acudir a los amigos.

– Y, además, no está de moda que un acordeonista grabe un disco.
– De hecho es el primero que se graba en Galicia. Lo fue Crossing y lo sigue siendo, por desgracia.

– En el videoclip que este jueves presenta en Ponferrada tiene un papel importante el niño Marcos Yohannes como aprendiz de acordeonista.

– En los videoclip me gusta contar una historia, que sea algo más que la música. En este caso es el sueño de un niño que quiere tocar conmigo y con los leones, y lo consigue... en el sueño claro, pero es emocionante, tanto que en una imagen se ve cómo coge el acordeón al revés.

– Además de la historia, del sueño,  ¿significa algo?

– Sí, es un poco lo que te he contado, tratar de dar a conocer este instrumento, de que se conozcan sus posibilidades de todo tipo y así se le podrá querer más, se acercará más gente a él.
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