Alubia de Oro 2016 a "un incansable cura de almas" que siente pasión por La Bañeza

El sacerdote Arturo Cabo recogió este sábado el galardón que acredita su condición de Personaje Bañezano del Año por su trayectoria en lo pastoral y en lo social

P.J. Abajo
19/03/2017
 Actualizado a 12/09/2019
El Personaje Bañezano del Año, Arturo Cabo, con la Alubia de Oro. | ABAJO
El Personaje Bañezano del Año, Arturo Cabo, con la Alubia de Oro. | ABAJO
Hace seis años que La Bañeza reconoció públicamente parte del esfuerzo y la dedicación que el sacerdote diocesano y párroco de El Salvador ha entregado a su ciudad a lo largo de las últimas tres décadas y lo hizo concediéndole la Medalla de Plata de la ciudad y rotulando una calle con su nombre. Pero los homenajes para el que además de cura de almas –por su misión pastoral– ha sido un trabajador incansable en favor de La Bañeza no se quedan ahí y Arturo Cabo Carrasco recogió este sábado la Alubia de Oro que acredita su condición de Personaje Bañezano del Año 2016.

Junto a Conrado, que él era mi Quijote y yo su fiel escudero Sancho Panza, he podido hacer muchas cosas de las que estoy orgulloso Acompañado por sus familiares y decenas de feligreses de El Salvador, compañeros sacerdotes, allegados, miembros de la Coral del Milenario, de Monte Urba y vecinos que han visto en don Arturo más que un simple párroco, el que ya ha entrado a formar parte de la nómina de merecedores de la Alubia de Oro hizo gala en su intervención de su profunda pasión por la ciudad que le vio nacer en 1935 y aseguró que ya se daba «por satisfecho» con la Medalla y la calle, reconociendo que este nuevo galardón es «todo un honor que comparto con todos vosotros».

El alcalde de La Bañeza, José Miguel Palazuelo, abrió el acto oficial remarcando que es éste «un homenaje merecidísimo y esperado», remontándose a su llegada a la ciudad en los años ochenta y cómo su amistad con el anterior cronista, Conrado Blanco, fue «un tándem imparable al que se le debe la recuperación de muchas tradiciones y la puesta en marcha de innumerables asociaciones o entidades». Tradiciones o actividades que siempre han tenido «un tinte religioso, con misa incluida porque no hay que olvidarnos que don Arturo es cura, pero que siempre han calado en la sociedad bañezana».

Más allá del sacerdocio

De hecho, el jurado que concede el galardón ya destacó del presbítero que más allá de las actividades propias del ministerio sacerdotal Cabo «es una persona popular, positiva y dispuesta, que ha sintonizado con un gran número de grupos sociales y en la que confluyen un montón de iniciativas que han dinamizado la vida social y extendido el nombre de nuestra ciudad con entusiasmo y dedicación por muchos caminos y localidades de la geografía nacional».

Y es que Cabo impulsó la creación de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago Monte Urba y la promoción de la Vía de la Plata, la Coral del Milenario, el Centro Social Santa Marina, o la Cofradía Penitencial de las Águedas. También puso en marcha el Belén de El Salvador, el albergue de peregrinos, las carreras populares de El Salvador y San Silvestre, la Semana del Peregrino y la marcha ciclista a Castrotierra del 1 de mayo, sin olvidar otras fiestas y procesiones como el Santo Potajero, el Desenclavo, la procesión del Domingo de Resurrección, la bendición de los animales y el pregón de San Antón, la fiesta de las Candelas, la hoguera de San Pedro, la Fiesta del Pan Bendito y los pregones de Semana Santa, entre otros.

"Muy querido"

Todo ello lo recordaron el mantenedor del acto, Martín Manceñido, y el director de ‘El Adelanto Bañezano’, Juan Bautista Rubio, quienes coincidieron en destacar que don Arturo «es un personaje popular y muy querido en la ciudad» donde los méritos para lograr la Alubia de Oro 2016 «han sido más que evidentes». De hecho, en su intervención, Rubio recordó que más de una treintena de personas se quedaron sin poder asistir al banquete de homenaje a Cabo, por la falta de espacio en el comedor, y aseguró que «don Arturo es un sacerdote del pueblo, que trabaja por y para el pueblo, como se espera de un cura rural».

El homenajeado, como se recordará, fue ordenado sacerdote por el obispo Monseñor Ángel Riesco en 1959 y comenzó su ministerio en pueblos del Bierzo bajo, antes de ganar por oposición la parroquia de Folgoso de la Ribera, donde estuvo 22 años e inició el famoso Belén Artesano de la localidad minera. El Obispo Antonio Briva lo destinó a La Bañeza y se incorporó a la parroquia de El Salvador el 10 de septiembre de 1985, proyectando junto al anterior cronista algunas de sus primeras grandes obras.

«Junto a Conrado Blanco, que él era mi Quijote y yo su escudero Sancho Panza, he podido hacer muchas cosas durante estos treinta años, pero tengo que reconocer la legión de colaboradores que han estado siempre junto a mí, dispuestos a ayudar en todo». Con estas palabras, el sacerdote homenajeado por su pueblo quiso agradecer las muestras de apoyo y de afecto «para hacer una Bañeza de la que nos sintamos orgullosos dentro y fuera de nuestras fronteras». Y es que la labor divulgadora de Cabo, buena parte realizada a pie por caminos históricos de toda España y para destacar lo bueno de su ciudad, ha sido siempre imparable. Por eso, los bañezanos se sienten orgullosos de su legado y ha logrado el difícil mérito de ser «un gran profeta en su tierra» como destacó de él el Cronista Oficial, José Dionisio Colinas, en el suplemento que el periódico ha editado para la ocasión.
Archivado en
Lo más leído