El tiempo primaveral, casi veraniego, que está viviendo estos días León, hacía que este jueves las calles de la capital estuvieran más llenas si cabe que otros Miércoles Santo. Porque el paso de las procesiones fue más seguido aún que otros años, ya que el frío y la lluvia en esta ocasión no podían ser excusa.
Y todo ello con el Silencio como uno de los cortejos más trascendentes del día, en el que los papones de la cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración y del Silencio respetaban pulcramente la exigencia de esta penitencial, que marcaba su paso a golpe de tambor y horqueta y pujando por sus características grandes cruces de madera siguiendo a una campana que abre el cortejo.
A paso de horquetas y tambor
La procesión del Silencio recorrió las calles de la capital cumpliendo con pulcritud con la exigencia de esta penitencial
12/04/2017
Actualizado a
12/09/2019
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