A Miriam sus hijos "la llaman la asesina", declara la madre de Roberto Larralde

La madre de Roberto Larralde pidió permiso para hablar a la sala antes de que comenzara el interrogatorio para pedir perdón por el incidente del primer día de juicio, la agresión a Miriam Caballero que, según indicó, no fue tal y como se ha contado, sino que ella se acercó al coche policial para reprocharle el daño que había hecho a los niños y que fue su nuera la que la agredió.

Angelina relató, interpelada por las partes, la desesperación con la que vivió los días de la desaparición de su hijo y cómo fue la propia Miriam, aseguró, la que habría frenado su primer intento de poner una denuncia la tarde del domingo, el día después del crimen, cuando la llamó para preguntarle si sabía algo de Roberto.

"Levanta la cabeza y mira de frente, asesina", le dijo a su nuera antes de salir de la sala tras más de una hora de declaración Sí lo hizo el lunes, poner la denuncia, después de que hubieran movilizado a familiares y amigos para ver si alguien sabía algo de él sin éxito. En medio de las batidas que organizaron para buscarle les avisaron de que habían visto la furgoneta de Roberto en el aparcamiento del Aldi, en Puente Castro, donde se desplazaron varios miembros de la familia que se encontraron con que las puertas traseras no tenían echado el cerrojo, por lo que accedieron a su interior para buscar alguna pista sin encontrar nada.

Según la madre de la víctima, avisaron a la Policía, y Miriam también se personó en el lugar, «no sé quién la avisaría», y estuvo mirando otra vez en el vehículo «y encontró la cartera de Roberto y una llave de la furgoneta» que no habían visto «los cinco que habíamos estado mirando antes», expuso con cierto recelo hacia su nuera dando a entender que esos efectos no estaban allí.

La madre de Roberto fue la primera en mencionar a la Policía el nombre de José Ramón Vega en medio de toda la información que a ella le iba llegando sobre los últimos movimientos de su hijo y que fue trasladando a los agentes. Y reconoció que había ido a casa de éste a preguntarle por su hijo, «me dijo que después de estar con él, (Roberto) se había ido a La Virgen del Camino».

Los hijos de Miriam y Roberto viven con los abuelos paternos y "ella nunca ha intentado una aproximación con ellos" Respecto a las alusiones que los acusados han hecho en el juicio sobre las presuntas palizas y amenazas recibidas por la familia de Roberto y los disintos embrollos de drogas que se les achacan, Angelina sostuvo que «son una familia que nunca hemos vendido droga ni hemos dado palos, somos una familia muy querida; tengo tres hijos, uno es albañil, otro ha estado seis años en el paro y ahora ha abierto un bar y el otro vive de las ayudas; lo único que nosotros tenemos es el apellido Larralde». Y añadió, además, que «nosotros no hemos amenazado a nadie, no queremos venganza, lo que queremos es justicia».

Preguntada por su abogado –el representante de la acusación particular–, Angelina relató que los hijos de Miriam y Roberto viven con ellos, con los abuelos paternos, y que en todo este tiempo Miriam nunca ha intentado una aproximación. Tal y como expuso, los menores no quieren saber nada de su madre y «la llaman ‘la asesina’».

Los letrados de las defensas, que manifestaron uno tras otro su pesar por la muerte de Roberto Larralde destacando que tan sólo cumplían con su labor de esclarecer lo sucedido, apenas hicieron preguntas a la testigo, que pasó cerca de dos horas prestando declaración a escasos dos metros de su nuera, que permaneció impasible ante todo lo que ésta narraba y a la que se dirigió la madre de Roberto según salía de la sala: «Levanta la cabeza y mira de frente, asesina».

Este miércoles declararon además otra decena de testigos, entre otros la última persona que habría hablado por teléfono con Roberto la noche del crimen y que protagonizó un momento de tensión por el cruce de amenazas con el acusado José Ramón haciendo intervenir al presidente del Tribunal.