A cara descubierta, como manda la tradición. (En respuesta a Julio Cayón)

Un grupo de manolas del Nazareno
21/04/2017
 Actualizado a 19/09/2019
‘Acompañar’: «Estar o ir en compañía de otra u otras personas. Existir junto a otra o simultáneamente con ella. Participar en los sentimientos de alguien». Qué bonita palabra: acompañar. Las ‘manolas’, las ‘damas de mantilla’,acompañamos desde hace siglos diversos escenarios de la cultura española pero, durante la Semana Santa las manolas adquirimos un significado especial: guardamos a la imagen de la que somos devotas.

El pasado Lunes Santo, las manolas de Nuestro Padre Jesús Nazareno salimos por las calles de León a acompañarle y lo hicimos con cariño, por una promesa, por una tradición familiar o sencillamente porque así lo sentimos. La manola ha salido tradicionalmente detrás del paso al que acompaña, no obstante, las manolas del Nazareno este Lunes Santo, lo hicimos de una manera muy distinta: delante del paso. Y así volvimos a hacerlo el Viernes Santo. Abriendo la que dicen que es una procesión en sí misma: la del Nazareno. Ello provocó diversas opiniones entre las muchas manolas que le acompañamos. La mayoría lo hicimos ‘a regañadientes’, otras se salieron de la procesión, otras trataron de explicar a la Junta de Seises que estábamos disconformes y, esto, parece no gustar. ¿Quejarnos? ¿Las mujeres? ¿En una Cofradía de hombres?

Escribió Julio Cayón este 16 de abril en relación a lo acontecido el Lunes Santo –aún nos sorprendemos de cómo describe así algo que ni siquiera presenció– que «una manola provocó un desagradable incidente con un miembro de la junta de seises por entender que el lugar que se les había asignado en el recorrido no era el adecuado». Permítanos, Julio, queridos hermanos de ‘Jesús’, que le/s corrijamos: no entendimos que el lugar asignado en nuestro recorrido no fuera el adecuado sencillamente porque no era el lugar adecuado. Permítanos que sigamos corrigiéndole: no fue una única manola. Fuimos varias. Prueba de ello es que varias manolas se reunieron en los siguientes días en la capilla de Santa Nonia con miembros de la Junta de Seises que, por otro lado, entendieron nuestro pesar.

Quizás, quien no sea manola no entenderá nuestro cometido. Os explicaremos lo que para nosotras significa ‘acompañar’ como ‘invitadas’ a un paso en una cofradía masculina, tradicional e histórica como es el Dulce Nombre de Jesús Nazareno. Un buen día, una toma la decisión de atreverse a llevar mantilla y, en nuestro caso, acompañar al Señor de León. Entiéndase aquí que esto no es tarea fácil. Hemos decidido titular el artículo ‘A cara descubierta, como manda la tradición’ y no es baladí, pues ello supone en ocasiones muchos desvelos y somos, por lo general, tachadas de todo tipo de moralismos: que si la falda corta, que si el maquillaje, que si el escote. Lo acatamos, vamos a cara descubierta, como manda la tradición. Si pudiéramos, cómo sería de fácil cubrirnos la cara y el cuerpo con capillo y túnica. Pero no podemos. Tampoco lo luchamos. Es más, entendemos que haya cofradías masculinas, femeninas y mixtas. Sin embargo, estas humildes ‘invitadas’ como Julio Cayón se empeña en recordar, cada Lunes Santo, cada Viernes Santo, cada día que nuestro querido Nazareno sale a la calle, se arreglan, se colocan la peineta y la mantilla y se visten de un riguroso luto para acudir a la Capilla de Santa Nonia. Da igual el frío o si estamos enfermas. No importa la lluvia. Delante de Santa Nonia nos mojamos si el tiempo no acompaña y lo hacemos con nuestros ‘hermanos’ braceros. Ellos sacan el paso con lluvia, nosotras les acompañamos y Le velamos. Salimos de la capilla con el Nazareno y entramos con Él de nuevo. ¿Pueden otros u otras decir lo mismo?

Qué fácil es hablar desde la privilegiada posición masculina en la que se asientan siglos de historia. Quizás le resulte nimia esta diatriba de «queremos ir detrás del paso». Perdone pero, amén de que queramos ir en nuestro sitio natural, nos gusta ver al Nazareno caminar y le velamos cuando le vemos porque no somos protestantes, pero sí protestonas. Gracias, Julio Cayón por recordarnos que somos «meras invitadas» con una cariñosa acogida, eso sí. Sabemos que no somos hermanas, ni queremos serlo. Respetamos la historia y las tradiciones de ‘vuestra’ cofradía y agradecemos que de vez en cuando, alguien como usted nos recuerde cuál es nuestro sitio –nótese la ironía-.

Y sí, Julio, protestaremos de forma airada lo que consideremos que va en contra de nuestras tradiciones. Nosotras respetamos vuestra historia, ahora bien: respete usted la nuestra.

NOTA: No queremos entrometer en este asunto a la Junta de Seises de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno y hemos entendido que lo sucedido este año con la disposición de las manolas del paso de Jesús Nazareno ha sido una cuestión organizativa de la procesión. Además, queremos agradecer desde aquí a parte de su junta que se reunió con una pequeña comisión de manolas para darnos las explicaciones oportunas con respeto y cariño. Por último, vaya por delante que, aunque no estuviéramos de acuerdo, respetamos sus decisiones.

FIRMADO: Aida Nicolás Álvarez, Ana Rodríguez Iglesias, Beatriz González Casas, Julia Huerga Bartolomé, Lidia Cordero Martínez, Mary Carmen García Capa, Mary Carmen Hernández García, Margarita Fernández Martínez, Sonia Martínez Fernández.
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