21 años

21 años, anda que quién los pillara ahora. Yo en cuanto cumpla los 30 me planto, y aunque me pregunten de esa cifra no paso. Resulta que Netflix cumple 21 el miércoles. Y yo que empecé a oír hablar de ello hace apenas un par de años. He de reconocer que cuando la gente empezó a usar este tipo de plataformas de pago por contenidos, yo aún seguía anclada en Series Yonkies y todas esas páginas pirata que nos permitían ver series de manera gratuita. Eso sí, corrías el grave riesgo de que tu ordenador se infestara de virus o de comerte alguna que otra película porno. Pero por lo demás, el tema de no pagar me llamaba mucho más la atención en ese momento. Gracias a Dios esa mentalidad pilluela de todos los españoles de intentar hacer la ‘trece-catorce’ para zafarnos de nuestras obligaciones ha ido cambiando, y me incluyo dentro de los súper abonados a Netflix. De hecho mi consumo de televisión tradicional ha bajado considerablemente. Cuando la plataforma comenzó a ganar popularidad, la industria cinematográfica y televisiva se le echó al cuello, alegando que estaba ‘matando’ al sector e impidiéndole participar en premios de cine con sus películas de producción propia. Pero no hay mejor refrendo del propio éxito que ver cómo tus competidores se dejan la piel para sabotearte. Pues bien, este año y coincidiendo con la Mostra de Venezia, Netflix se plantea estrenar algunas de sus cintas más potentes en los cines, para así también poder competir a ese nivel y poder entrar en todos los premios de la industria, pero por tiempo limitado, no mucho más de un par de semanas. Segunda polémica, ya que la mayoría de los gigantes del cine exigen que las películas han de estar un mínimo de 3 meses en las salas antes de salir en DVD o en streaming. Por eso de que todos tienen que llevarse su parte del pastel. De lo que no se dan cuenta es de que los tiempos están cambiando, y como en todo, o te adaptas o te dejarás morir lánguidamente. Es un hecho que Netflix se ha convertido en el mejor amigo de muchos, entre los que me incluyo, aunque también es verdad que no cambio la experiencia de ir a una sala de cine a ver una buena película. De igual forma, que cumplas muchos muchos más.